El aumento del paro dispara los rescates de los ahorros
La necesidad de ingresos de los desempleados ha provocado que los participes en planes de pensiones buscaran liquidez en la recuperación de golpe de sus ahorros. En tres años el número de rescates se ha multiplicado por 1.000.
Retirar de una tacada el dinero del fondo de pensiones antes de llegar a la jubilación se ha convertido en un importante sustituto del salario. Han sido 650 millones de euros los que han salido de las cuentas de los fondos desde el inicio de la crisis para ir a parar a manos de 123.300 desempleados de larga duración, aquellos que llevan al menos un año fuera del mercado laboral.
El aumento desde 2007, tanto en beneficiarios como en importe, es colosal. Al inicio de la crisis, 5.840 desempleados recuperaban 44 millones de euros. En 2010, fueron 70.373 parados (se multiplicó por mil) que sumaban 320 millones (más del 600%), según los últimos datos de la patronal de fondos de pensiones, Inverco. El mayor crecimiento en el rescate de ahorros se produjo en 2009, cuando el paro pasó del 11% al 18%, un millón y medio más de personas. El Gobierno reaccionó flexibilizando las condiciones para aquellos parados que quisieran retirar el dinero del fondo antes de la jubilación. A partir del 1 agosto de 2009 ya no era necesario que transcurrieran 12 meses tras haber agotado cualquier tipo de prestación. Se podía acceder al montante desde el día siguiente al agotar el subsidio.
Exención en el IRPF para percibir la prestación en forma de capital
El Partido Popular ha sugerido que, de ganar las próximas elecciones, está dispuesto a otorgar ventajas fiscales para los participes en planes privados que, llegada la fecha de jubilación, opten por cobrar toda la prestación de golpe. Los planes de pensiones tributan como rendimientos de trabajo, y por tanto, quien rescata su plan de ahorros de una sola vez tributa a un tipo mayor que quien opta por cobrarlo como una renta periódica. El objetivo del actual partido en la oposición será recuperar la exención del 40% en el IRPF para aquellos contribuyentes que opten por recibir la prestación en forma de capital. Un medida que eliminó el actual Gobierno en 2007 y que coincidió con un importante descenso de las aportaciones a los planes de pensiones.
Mejorar su singularidad fiscal podría alentar al aumento de la inversión en planes de pensiones. "Desde luego sería un incentivo para aquellos que tengan una mínima capacidad de ahorro", apunta Ángel Martínez-Aldama, director general de Inverco. La irrupción de la crisis provocó no solo un descenso del consumo, sino también de la inversión de familias y particulares. Cambiaron los hábitos. "Se pasó a un mayor ahorro precaución y bajó el ahorro inversión", apunta Martínez-Aldama. "El poco ahorro que había se concentró en productos líquidos", concluye. El hecho es que la bajada de aportaciones durante los años 2007 y 2008 fue más que considerable. Un descenso del 23% en los dos años. De 7.820 millones de euros a 6.000.
Carlos Bravo, secretario confederal de Seguridad Social de CC OO no está de acuerdo con que se otorguen ventajas fiscales a los recates de los ahorros que se cobren en forma de capital. Considera que desvirtúa la naturaleza de los planes de pensiones hasta asimilarlos a un mero producto financiero. "Mucha gente saca su dinero de golpe porque quiere liquidez para comprarse un coche o una casa", argumenta. Entiende que los incentivos fiscales solo se justifican por la función social del sistema privado de pensiones. Es decir, proporcionar una renta complementaria al sistema público. "Hay otras fórmulas, como que la prestación se cobre en forma de renta vitalicia", propone.
José Luís Jiménez, director de March Gestión, la división de fondos y planes de pensiones de Banca March, opina que cualquier mejora de la fiscalidad de los planes de pensiones privados es positiva. "Todo lo que sea fomentar el ahorro a largo plazo es bueno para la economía española". Y va más allá. Aboga por "empezar a capitalizar las pensiones cuanto antes". "En otros países se establece la obligación de destinar una parte de tu nómina a un plan de pensiones de manera obligatoria", propone Jiménez.