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De medios y oposición

Críticas a Merkel por su ausencia en plena crisis de los mercados

El popular diario "Bild" dedicaba hoy su segunda página a la ausencia de Merkel, con la pregunta en grandes titulares "¿Por qué calla la canciller?", estampada sobre la silueta en negro de la jefa del Gobierno.

La canciller alemana, Angela Merkel, que ha recibido críticas de la oposición y de los medios por sus vacaciones en plena crisis de los mercados, se reunirá el martes en París con el presidente francés, Nicolas Sarkozy.

El viceportavoz del Gobierno alemán, Christoph Steegmans, anunció hoy la reunión de ambos líderes, en la que abordarán los acuerdos alcanzados en la cumbre de la eurozona del pasado 21 de julio para el segundo paquete de rescate a Grecia.

De la reunión de Merkel y Sarkozy deberán salir, asimismo, propuestas concretas al presidente del Consejo Europeo, Hermann van Rompuy, para reforzar la situación en la eurozona, añadió Steegmans.

Merkel se encuentra en Berlín desde principios de semana, tras unos días de descanso en el Tirol, pero sigue oficialmente de vacaciones hasta este sábado, en que asistirá al acto central del 50 aniversario de la construcción del Muro de Berlín, el 13 de agosto de 1961.

Steegmans reiteró ayer que la del sábado será la primera aparición pública de Merkel tras sus vacaciones, en respuesta a las reiteradas exigencias de la oposición socialdemócrata a su reincorporación al trabajo para tomar las riendas de la crisis.

El popular diario "Bild" dedicaba hoy su segunda página a la ausencia de Merkel, con la pregunta en grandes titulares "¿Por qué calla la canciller?", estampada sobre la silueta en negro de la jefa del Gobierno.

El rotativo, tradicionalmente afín a los gobiernos conservadores, aludía a los "terremotos bursátiles" y al "drama del euro" para recordar las gestiones telefónicas de Merkel con Sarkozy y el primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, la semana pasada.

"Bild" relacionaba la actitud de Merkel con su "estilo de gobierno" y razonaba que otros líderes, como Sarkozy o el presidente estadounidense Barack Obama, no habían precisamente tranquilizado a los mercados con sus intervenciones públicas recientes.

Al margen de críticas externas o alusiones en los medios, Merkel deberá afrontar a su regreso las divisiones en su propia Unión Cristianodemócrata (CDU) para la ratificación de lo acordado en la cumbre del 21 de julio.

El líder de las juventudes de la CDU, Philipp Missfelder, llamó estos días a un congreso extraordinario del partido para someter a su voto el paquete de rescate, ante los recelos de las filas conservadoras acerca de lo acordado.

A esas disonancias se suman las provocadas por la reciente propuesta de su ministro de Economía y vicecanciller, Philipp Rösler, para la implantación de sanciones automáticas en los países de la eurozona, así como unos "test de solvencia" a sus economías.

Tales mecanismos de sanciones automáticas topan con lo hasta ahora defendido por su colega de Finanzas, Wolfgang Schäuble, lo que a su vez ha abundado en las críticas reticentes al equipo de Merkel por falta de cohesión interna.

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