El auditor de GAM asocia su supervivencia a la reestructuración de su deuda
La compañía de alquiler de maquinaria GAM vive momentos difíciles. La deuda adquirida es inasumible para el grupo industrial y se han abierto negociaciones para la reestructuración de la misma. Un acuerdo indispensable para la supervivencia de la empresa, según confirma la auditora Pricewaterhousecoopers en la revisión semestral.
El pasado 1 de febrero GAM anunció que había llegado a un acuerdo con sus principales acreedores financieros para la reestructuración de su deuda. De esta manera se conseguía diferir entre 2013 y 2016 el pago de 118 millones de euros de los 475 millones de deuda acumulada que tiene la compañía. Una medida que el tiempo ha demostrado que fue insuficiente. Seis meses después la empresa de alquiler de maquinaria ha anunciado que ha abierto negociaciones para conseguir nuevos aplazamientos. De hecho, la consecución de este proceso es requisito indispensable para la supervivencia del grupo industrial, según se desprende de la revisión semestral de la cuenta de resultados realizada por el auditor.
En su informe semestral remitido a la CNMV, GAM reconoce que "la evolución peor de la prevista del negocio de la compañía ha provocado una desviación en los planes de negocio de la sociedad por lo que va a intentar reestructurar sus deudas". El éxito de este proceso se ha dado como hecho para la redacción de las cuentas, para así seguir manteniendo "el principio de empresa en funcionamiento". Sin embargo, este supuesto sería retirado por el auditor en el caso de que la banca no dé su brazo a torcer. En el caso de que los acreedores no den un respiro en las condiciones, la supervivencia de la compañía estaría puesta en duda.
Esta compleja situación ya viene siendo reflejada por la cotización de la empresa desde hace tiempo. De hecho, en 2010 GAM fue la tercera peor compañía de la bolsa española, depreciándose un 66%. Esta tendencia bajista sigue su curso durante el presente ejercicio con la acción tocando su mínimo histórico al fluctuar en el entorno del euro. Especialmente duros están siendo los dos últimos días. El lunes la devaluación fue del 18% y hoy la caída ha sido superior al 11%.
Los resultados operativos de la empresa tampoco dan lugar a ningún atisbo de optimismo. La compañía ha registrado un incremento del 133% en sus pérdidas a junio hasta los 42 millones de euros. Además, en la primera parte del ejercicio, el grupo ha visto caer sus ingresos un 14% hasta los 106 millones de euros, con un Ebitda negativo de 4 millones de euros.