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El fondo Ipic adquirió el 9,5% de la petrolera en 1988

Cepsa se despide de la Bolsa tras 81 años de cotización

La petrolera, que cotiza en el parqué madrileño desde 1929, deja el mercado bursátil tras la opa de Ipic

Cepsa se despide de la Bolsa tras 81 años de cotización
Cepsa se despide de la Bolsa tras 81 años de cotizaciónCINCO DÍAS

Con un capital social de 75 millones de pesetas se constituyó el 26 de septiembre de 1929 la Compañía Española de Petróleos, SA, distribuido en un millón y medio de acciones de 50 pesetas cada una. El 16 de diciembre de ese año Cepsa comenzó a cotizar en la Bolsa de Madrid. 81 años después, el pasado 16 de febrero, International Petroleum Investment Company, (Ipic), propietario del 47,06% de la petrolera, lanzó una opa por el 100% de una compañía con un capital social estimado en más de 267 millones de euros.

Aceptada la oferta por Total, el otro socio mayoritario, el fondo público de Abu Dabi, le pidió a la CNMV que los títulos quedasen suspendidos hasta que concluyese la compra de la compañía por el procedimiento de venta forzosa de las acciones que quedan en manos de los minoritarios, un 1,47%. La suspensión se hace hoy efectiva.

Lejos quedan los inicios de la petrolera privada más antigua de España. Esa que se creó en 1929 con la autorización de la dictadura de Primo de Rivera, que dos años antes había creado la Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos S.A., Campsa, para hacer frente a las compañías extranjeras que distribuían hidrocarburos en España, y a las que expropió sus activos.

El 27 de noviembre de 1930 se inauguraba la primera refinería de Cepsa, en Santa Cruz de Tenerife. Allí se comenzó a refinar el petróleo que llegaba de Venezuela, y que luego se suministraba a Campsa. Los depósitos de los buques internacionales que transitaban por los puertos de las Canarias, sin embargo, se convirtieron en el principal destino de los hidrocarburos refinados por Cepsa.

Al menos hasta que, tras la Guerra Civil, la importancia del mercado peninsular creció, igual que las trabas impuestas por el régimen franquista: se impedía destinar capital a la investigación y exploración fuera de España. Cepsa, que con los años iría creando filiales, construyó otra refinería en Cádiz, que comenzó a producir en 1967.

Tras el inicio en 1985 de la reordenación del sector petrolero por la entrada en la UE, que acabaría con el monopolio, llegó el dinero extranjero. El primer inversor fue el fondo soberano Ipic, que en 1988 se hizo con el 9,5% de Cepsa. Creada cuatro años antes para invertir en empresas de hidrocarburos de fuera de Abu Dabi, Ipic empezó por la española que ahora controla.

En 1990 la francesa Elf, más tarde parte de Total, adquirió el 20,5% de Cepsa. Esta, a su vez, compraría un año más tarde Ertoil, lo que la convirtió en propietaria de su tercera refinería en España, en la onubense Palos de la Frontera. Durante la década de los noventa, cuando la compañía descubrió y comenzó a extraer petróleo de Argelia, los dos principales accionistas, Total y Banco Central, que acabaría convirtiéndose en el Santander, mantenían pacíficamente el reparto de los órganos de gobierno.

En 2003 el banco, que contaba con más del 20% de la compañía, y que quería abandonarla, lanzó una opa esperando que Total respondiese comprando su parte. Pero la francesa desveló el movimiento y se llegó a un arbitraje en La Haya que duró más de dos años. Terminó con la venta de un 5% de la financiera a Total, que se hizo con cerca de un 49% de Cepsa, compañía que el año pasado obtuvo un beneficio neto de 418,1 millones de euros.

El Santander y Unión Fenosa, también accionista, vendieron en 2009 a Ipic el 37% de Cepsa que poseían a 33 euros por acción, lejos de los 65 euros que marcó en 2007, según Bloomberg. Ipic se hacía así con un 47% de Cepsa, un 1,8% por debajo de Total. Hasta que lanzó en febrero la opa a 28 euros por título por unas acciones que ayer cerraron a 27,98 euros tras 81 años de paseos por el parqué.

Remodelación del equipo directivo tras la oferta

Los cambios en Cepsa no se limitan a la opa. Aunque Santiago Bergareche se mantiene en su puesto de presidente, la cúpula directiva ha sufrido seis bajas. En la reunión del consejo del pasado 2 de agosto presentó su dimisión el consejero delegado, Dominique de Riberolles, quien el pasado abril expresó que Ipic no pretende quedarse con el 100% de Cepsa "de forma definitiva", y que en los próximos meses puede intentar vender una parte de la compañía. Ha sido sustituido por el vicepresidente, Khadem Al Qubaisi. Dimitieron además los cinco administradores dominicales que Total mantenía. Tres nuevos directivos han ocupado provisionalmente las plazas, lo que deja tres puestos en el consejo que, de momento, no se cubrirán.

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