Berlusconi acelera sus reformas ante la presión de la UE y los mercados
El primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, anunció ayer la aceleración de algunas de las medidas de ajuste contenidas en su reciente plan de austeridad y la aprobación de nuevas reformas económicas destinadas a calmar la inquietud de los mercados sobre las finanzas públicas de Italia.
Berlusconi decidió comparecer con los mercados cerrados, tras una intensa jornada de turbulencias que dispararon la prima de riesgo de la deuda italiana por primera vez por encima de la española y después de mantener contacto telefónico con los principales líderes europeos, entre ellos el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero.
En una intensa semana de apariciones públicas, después de haberse mantenido en un discreto segundo plano en las últimas semanas, Berlusconi vio cómo no era suficiente ni su discurso ante el Parlamento italiano el pasado miércoles para pedir calma, ni la reunión que mantuvo con los agentes sociales, tras la que se aplazó a septiembre el tan prometido pacto por el crecimiento.
Todo ello, así como la preocupación de Bruselas sobre el contagio de la crisis griega a las economías fuertes de la zona euro, motivó la intensa ronda de contactos con los líderes europeos y con las instituciones financieras internacionales, tras lo que Berlusconi anunció su intención de adelantar un año, a 2013, su objetivo de equilibrio en las cuentas públicas de Italia.
Entre esas nuevas medidas que pretende acometer figura una liberalización del mercado empresarial, así como la introducción de la exigencia del equilibrio presupuestario en la Constitución, asunto que empezará a abordarse ya la semana que viene en dos comisiones parlamentarias que han cancelado sus vacaciones.
Junto a él, su ministro de Economía, Giulio Tremonti, explicó los cuatro pilares sobre los que se asientan las reformas, con las que pretenden acabar con la "especulación" de los mercados.
Los dos primeros pilares se basan en las finanzas públicas y contienen la introducción de la "ley de oro" del equilibrio de las cuentas públicas en la Constitución, así como el anticipo de ese objetivo de déficit próximo al cero en 2013.
Los otros dos pilares afectan a la economía privada y contemplan una reforma laboral que será llevada en breve al Senado, una vez planteada a los agentes sociales, así como esa liberalización del mercado empresarial, que será "la madre de todas las liberalizaciones", como dijo Tremonti.
Entre las medidas que el Gobierno italiano pretende acelerar figura la reforma fiscal que el Parlamento debe desarrollar después de que el Ejecutivo aprobara un proyecto de ley marco sobre el asunto el pasado 30 de junio en Consejo de Ministros junto al plan de austeridad de 79.000 millones de euros, que, hasta ahora, preveía la mayor parte de sus recortes para 2013 y 2014.
El Gobierno italiano también contempla la reforma del sistema de asistencia pública para "garantizar lo que se puede dar a quien lo necesita e intervenir sobre el problema de los falsos inválidos", según indicó Berlusconi.
El BCE, dispuesto a comprar deuda italiana
El Banco Central Europeo (BCE) se mostró dispuesto a comprar deuda italiana y española si Italia acelera las reformas estructurales concretas, así como la introducción de una enmienda en la Constitución que garantice el equilibrio presupuestario, según fuentes conocedoras de la situación.
"El BCE ya ha manifestado su voluntad de actuar. La operadores en el mercado dicen que el BCE ha comenzado a preguntar por precios de los bonos italianos, pero aún no ha comprado nada", afirma una fuente, quien recuerda que el instituto emisor europeo no negocia directamente con los gobiernos.
Descarta un adelanto electoral
Silvio Berlusconi negó hoy que se haya planteado la posibilidad de un adelanto electoral ante la presión de los mercados sobre la deuda pública de Italia, que le ha obligado a anunciar nuevas reformas económicas y acelerar las ya prometidas."En absoluto se ha hablado nunca de esto. Es una hipótesis que nunca ha existido", indicó Berlusconi a la salida de su residencia romana, Palacio Grazioli, preguntado por los periodistas sobre unos posibles comicios generales en 2012, en lugar de 2013, plazo natural de la actual legislatura.El primer ministro italiano indicó además que no hay "ningún cambio en los programas" previstos por la mayoría gubernamental, que compone, entre otros, junto al federalista partido Liga Norte (LN) de Umberto Bossi.