¿Dejará Trichet el euro a su suerte?
La crisis de deuda soberana y el futuro de la zona euro estarán muy presentes este jueves en la rueda de prensa de Jean-Claude Trichet tras la decisión del BCE sobre los tipos de interés. El delicado momento que atraviesan los países periféricos y la moneda única podrían requerir de una intervención rápida por parte del BCE.
Como en otras ocasiones, los periodistas tratarán de presionar al banquero francés para que explique si la institución tiene alguna 'hoja de ruta' para salvar al euro o si por el contrario dejará a su suerte el futuro de la unión monetaria.
El BCE lleva 18 semanas sin comprar bonos soberanos de los países periféricos. No obstante, en la última semana se han intensificado las tensiones en los mercados de deuda, especialmente en España e Italia -la prima de riesgo española rebasó los 400 puntos básicos y la italiana le sigue los pasos-, y muchos esperan una actuación de la entidad similar a la que tuvo lugar en diciembre pasado, cuando la institución se decidió a comprar masivamente deuda en el mercado mientras Trichet esquivaba las preguntas de los periodistas.
En aquella ocasión, Trichet daba largas al mismo tiempo que el BCE intervenía en el mercado para dar inyectar liquidez y confianza. Compró sobre todo bonos de Portugal e Irlanda.
De nuevo el mercado está necesitado de confianza. Los riesgos se atrincheran ante las muestras de debilidad de la economía estadounidense, cuyo crecimiento se ha ralentizado y amenaza con contagiar a Europa. Pero algunos expertos no ven probable que Trichet anuncie medidas extraordinarias para respaldar a los mercados ya que, entre otras cosas, todavía no se conocen todos los detalles de cómo se va a llevar a cabo el último rescate de Grecia. "No creo que haya habido un deterioro suficientemente grande que obligue al BCE a tomar medidas de apoyo de liquidez después de que las retirara a finales del año pasado", señalan desde Renta 4.
El BCE no ha adquirido bonos soberanos en los mercados desde finales de marzo. Hasta esa fecha ha invertido un montante total de 74.000 millones, después de que iniciara el 10 de mayo de 2010 el programa de compra de deuda pública en el mercado secundario para ayudar a los países que atraviesan dificultades de financiación. La mayor parte de esa cantidad la invirtió en las primeras semanas de funcionamiento del programa, durante la primera oleada de turbulencias que afectó a la deuda soberana de la periferia del euro.