España, la tercera víctima de la crisis de la deuda
España se ha convertido hoy en el tercer país de la zona euro que se ve forzado a adelantar las elecciones como consecuencia de la crisis de la deuda soberana.
El prolongado castigo de los mercados obligó a Irlanda a celebrar en febrero de este año unas elecciones previstas para 2012. Portugal acudió a las urnas el pasado junio, con un adelanto de dos años sobre el calendario previsto. En ambos casos, los gobiernos salientes, liberal y socialista respectivamente, se habían visto abocados a pedir ayuda internacional a la UE y el FMI. Y perdieron las elecciones.
El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, da por concluida la legislatura en una situación mucho menos traumática, pero con el rendimiento del bono español por encima del 6% (a solo un punto de los niveles que se consideran casi insostenibles) y con la prima de riesgo marcando un diferencial de más de 300 puntos básicos con el bono alemán. Y hoy mismo, la agencia de califiación Moody's ha puesto en preaviso de una posible rebaja del rating de la calificación de la deuda española.
Vuelcos
Desde el comienzo de la crisis financiera en 2008, casi todas las elecciones celebradas en Europa a nivel nacional o regional han provocado un vuelco, en una clara señal de castigo de los votantes al partido en el poder, con independencia de su orientación ideológica. En Reino Unido y Portugal perdieron los socialistas; en Irlanda y Finlandia, los liberales; y en las citas regionales de Francia y Alemania, los conservadores.
Solo en dos países, Estonia y Letonia, los partidos gobernantes, de centro derecha en ambos casos, lograron renovar la confianza del electorado.