Arcelor alerta de que parte de sus pedidos solo cubren el corto plazo
La siderurgia vive unos ritmos comerciales desconocidos en una industria que antes de la crisis económica tenía cubierta su cartera de pedidos para bastantes meses.
Gonzalo Urquijo, el único español en la dirección de ArcelorMittal, declaró ayer que, pese a esa incertidumbre, las plantas nacionales de la multinacional anglo-india han trabajado hasta ahora al 84% de su capacidad instalada. Pero reconoció que los próximos encargos de productos largos relacionados con la construcción "son lamentablemente a muy corto plazo", en el caso de aceros corrugados solo cubren la capacidad "para días, semanas, estamos a la espera de que entren los pedidos".
Ante esta situación, los centros en España del líder mundial del acero están a la espera de cómo evoluciona el mercado, intentando evitar la presentación de expedientes de regulación de empleo (ERE) para adecuar sus plantillas a la actividad. Las vacaciones de verano ayudan a evitar esa vía. En Vizcaya, la acería de Sestao está parada por el descanso estival y el centro de Etxebarri solo registra labores de mantenimiento.
El ERE sí que afecta a las fábricas en Asturias de hojalata y carril ferroviario. Son 400 empleados cuyas jornadas laborales se suspenderán un máximo de cuatro días en cada caso. El negocio relacionado con el tren está convulsionado en Europa por la renuncia de Portugal a la red de alta velocidad ferroviaria y porque Alemania está revisando sus inversiones. Por contra, las factorías de productos planos tienen mucho más cubierta su cartera de pedidos por la reactivación del mercado del automóvil en Europa y países emergentes. ArcelorMittal ganó casi 1.800 millones en el primer semestre, un 11% más. Las ventas crecieron un 25,8%, hasta 32.690 millones. En el segundo semestre prevé una subida de los beneficios.