El emprendedor español demanda mayor flexibilidad en la contratación
Los expertos apuestan por un "contrato laboral start-up", que permita una retribución variable y ligada a resultados futuros, así como una reducción en las cuotas de seguridad social por I+D.
La mentalidad española acusa aún una falta de apertura hacia una mayor innovación y emprendimiento. Así se desprende del estudio de campo promovido por la Fundación Bankinter en la última edición de su Agenda de Innovación para España. El informe "Retos y propuestas de mejora de la innovación y el emprendimiento" fija su atención en los ecosistemas emprendedores de Galicia, Madrid y País Vasco, recogiendo las experiencias de 52 entrevistados con perfiles diversos en sectores como las TIC o la biotecnología. Asimismo expone las recomendaciones del panel de expertos convocado en la última reunión del Future Trends Forum, el think tank de la fundación.
En las tres comunidades sondeadas, los emprendedores coinciden en una serie de puntos. En lo administrativo, requieren una mayor flexibilidad en las formas de contratación laboral. En lo cultural, creen que el emprendedor no tiene apoyo social. Casi todos se refieren a las dificultades para obtener financiación, especialmente privada, y hay un acuerdo general sobre la buena formación y el talento de los jóvenes -pero también sobre su falta de motivación e iniciativa. Por otro lado, los consultados comparten pocos referentes comunes de organizaciones que apoyen el emprendimiento, salvo en el caso de las escuelas de negocios. Y la gran mayoría considera que la apuesta por nuevos productos es deficiente, especialmente por parte de grandes empresas y la administración pública.
No obstante, cada región muestra carencias específicas. El estudio ve en la cultura y la falta de capital los factores más débiles de Galicia, así como una ausencia de cooperación, duplicidad de esfuerzos y orientación local. El grupo de expertos propone como reto reunir en un espacio común servicios de apoyos y emprendedores. Por otra parte, echan en falta una mayor capacidad para atraer inversión de capital riesgo en Madrid, y apuntan a la concentración de corporaciones industriales como un "factor de ventaja claramente desaprovechado". Por último, el panel opina que, pese a su gran despliegue de apoyos al emprendimiento, País Vasco refleja una falta de cultura y capacitación emprendedoras, que "ni la sociedad ni el sistema educativo vascos han integrado con la suficiente fuerza".
En sus observaciones finales, el informe insiste en que cada ámbito de trabajo requiere un enfoque específico, pero formula algunas líneas de actuación comunes. El fomento de la colaboración a través de redes formales e informales es una de ellas. También se aboga por promover la internacionalización. Se considera asimismo necesario apoyar selectivamente para concentrar esfuerzos, en lugar de "café para todos", y se recomienda establecer medidas de éxitos relacionadas con la creación de riqueza y bienestar. Finalmente, se anima a buscar fórmulas de autonomía financiera y que faciliten entrada de capital privado.