"Cumpliremos el déficit para prevenir ataques especulativos"
A José Antonio Griñán le han tocado las vacas flacas al frente de la Junta de Andalucía, pero dice tener claro tanto el objetivo, una economía más competitiva y solidaria, como los criterios que lo condicionan, en el sentido de mantener a salvo las políticas sociales y el Estado del bienestar.
Andalucía empieza a recuperarse tímidamente de su alta tasa de desempleo, ¿es coyuntural?
Creo que el proceso de destrucción de empleo se ha contenido y que esta tendencia, a la que seguirá contribuyendo el nuevo paquete de medidas de fomento del empleo y la actividad empresarial que anuncié en el debate del estado de la comunidad, se confirmará a final de año. El número de afiliados a la Seguridad Social ha aumentado desde el pasado septiembre en 33.000 personas, mientras en el resto del país se ha reducido. Con todo, el empleo es y seguirá siendo la prioridad del Gobierno andaluz, y el mantenimiento del modelo de protección social es la brújula que orienta nuestra actuación a largo plazo.
¿Qué estrategia debe seguir para cambiar su modelo económico y buscar alternativas a la construcción?
Desde el comienzo de la crisis, más de las dos terceras partes de los empleos destruidos se han producido en la construcción. Hemos tratado de afrontar este problema destinando 800 millones a programas de lucha contra el desempleo. Esta actividad no alcanzará el tamaño ni creará tanto empleo como tuvo, por eso promovemos planes como el de Segunda Oportunidad Educativa, destinado a recuperar para las aulas a quienes abandonaron su formación para ganar dinero en la construcción.
¿Qué sectores tomarán el relevo?
La salida de la recesión deberá provenir, sobre todo, de otros sectores que tienen aún mucha fuerza que desplegar. De ahí la necesidad de mantener el proceso de reformas que hemos emprendido para cambiar la orientación de nuestro modelo y lograr un crecimiento basado en la educación, la innovación, la excelencia y la igualdad de oportunidades. Tenemos que hacer nuestra economía más competitiva, justa y solidaria.
¿Qué nuevo papel deben jugar puntales tradicionales como el turismo o la agroindustria?
El cambio de modelo que hemos impulsado requiere de la fuerza de sectores emergentes como la biomedicina, las energías limpias o la aeronáutica, pero también de otros más tradicionales. Tenemos que mejorar su competitividad para que se erijan en impulsores del crecimiento. Destaca la transformación llevada a cabo por el turismo, con iniciativas pioneras como el Laboratorio de Inteligencia Turística Andalucía Lab. Y lo mismo ocurre con la agricultura, un motor de modernización, como ha quedado claro en la reciente alerta sanitaria en Alemania. Este sector necesita conseguir mayor concentración de la oferta para fomentar precios justos, tarea en la que contarán con el apoyo de la Junta.
La UE acaba de atender las reivindicaciones andaluzas y mantendrá una parte importante de los fondos europeos, ¿en qué medida pueden apuntalar la reactivación?
En mi viaje a Bruselas planteé ante Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, la necesidad de que Andalucía mantuviera parte de las ayudas, ya que, si estas se cortan de golpe, podría haber supuesto un freno en la consolidación de nuestro desarrollo. Sin duda, el que Bruselas haya atendido nuestras reivindicaciones es una buena noticia. Ahora solo falta que la propuesta sea aprobada por los países miembros de la UE. Confío en que sea así.
¿Ve peligro de retroceso en desarrollo y políticas sociales?
Andalucía suma ya dos trimestres consecutivos de crecimiento positivo. Han experimentado mejorías otros indicadores, como las exportaciones, que crecen más del 36%, el doble que la media de España. La región está demostrando que tiene capacidad de recuperación y que sigue en la senda del progreso y el desarrollo. Es la única comunidad en la que se ha dado una salida social a la crisis; la hemos combatido sin reducir ningún derecho ni recortar prestación social. No es casual que el origen de nuestra conquista autonómica coincida con la universalización de la sanidad, la educación y los servicios sociales. La libertad, la igualdad de oportunidades y la solidaridad están en la base del modelo que los andaluces nos hemos dado y que yo defenderé frente a cualquier retroceso.
¿Cumplirá los objetivos de déficit?
Como ha atestiguado el Banco de España, Andalucía está por debajo del nivel medio de endeudamiento y muy por debajo de otras comunidades de elevada población y menor territorio. Hemos tomado decisiones drásticas de contención del gasto corriente por responsabilidad, porque tenemos un claro compromiso con la estabilidad de las finanzas públicas y con el objetivo de déficit. Un compromiso con la estabilidad que tenemos que cumplir también en el ámbito europeo para prevenir ataques especulativos de los mercados.
¿Se mantienen las discrepancias con el Gobierno en este asunto?
Desde esa óptica, en el debate del estado de la comunidad anuncié que vamos a formalizar anualmente un techo de gasto, en el marco del proceso de consolidación fiscal que vamos a cumplir. Ello no implica que no podamos tener discrepancias con el Gobierno central por puntos como la forma en la que se ha distribuido el objetivo de déficit entre las regiones. Discrepancias que hemos formalizado en recursos y volveremos a hacer si consideramos que es necesario para defender nuestros intereses.
La crisis ha llevado a un cuestionamiento del Estado autonómico, ¿dónde estarían las líneas rojas de una eventual reforma?
La línea roja es la falta de consenso. La historia de las autonomías es una historia de éxito y cambiar las reglas de juego que nos han permitido décadas de bienestar y prosperidad sin el acuerdo de todos sería un error. No comparto en absoluto las acusaciones sin matices de descontrol y despilfarro, de la misma forma que rechazo que el Estado del bienestar es insostenible. Las cuentas demuestran que la Junta es un ejemplo de austeridad y de buen gobierno. Podemos plantearnos mejoras en el sistema, pero hemos de hacerlo siempre desde el diálogo y no de forma unilateral.
¿Respalda una subida de impuestos para mantener servicios e infraestructuras como debate su partido?
En Andalucía hemos apostado por una mayor progresividad fiscal para las rentas más altas y las entidades financieras, hemos establecido impuestos ecológicos, al tiempo que llevábamos a cabo un plan de austeridad y de reestructuración del sector público andaluz. Ese es el camino. La política consiste en saber qué puedes hacer con recursos escasos y orientar el gasto. Tenemos que ser pragmáticos y si hay que aplazar infraestructuras en pos de la creación de empleo conviene hacerlo. Estamos explorando también fórmulas de financiación público-privadas que permitirán sacar adelante proyectos de interés.
"Las cajas deberían financiar más"
El presidente Griñán comprende que las cajas andaluzas hayan buscado alianzas para afrontar el nuevo escenario, pero reclama un "compromiso en la mejora de la economía y en la financiación de la actividad empresarial, en especial de las pymes". Y espera en este sentido "que los movimientos llevados a cabo contribuyan" a ello. En la adaptación andaluza a la nueva ley del sector, asegura que se ha buscado "el fortalecimiento del sistema, la mejora del crédito y la limitación de las retribuciones a los directivos". En cuanto a infraestructuras, avisa de que seguirá defendiendo el trazado del Corredor Mediterráneo discurriendo por Almería, Málaga y Granada. "Ello no quita que defendamos también el Corredor Central. No son incompatibles".