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Deja de comprar en el mercado tras la intervención

La CAM abandona a su suerte la cotización de las cuotas participativas

La CAM ha dejado de ser el principal y único valedor de las cuotas participativas. Tras aprobar la entrada del FROB en el consejo del jueves, la entidad ha dejado de comprar en el mercado estos títulos, que caen con fuerza en Bolsa.

CAM
CAMPABLO MONGE

Si la cotización de la CAM se había mantenido prácticamente inmune a la crisis crediticia, contra toda lógica, fue por la intensa actividad compradora de la propia caja en el mercado. La entidad alicantina fue pionera en España en la colocación entre pequeños inversores de cuotas participativas, en 2008. Desde entonces no ha permitido que las dudas del mercado sobre la caja se notasen en la Bolsa. Hasta que se anunció la intervención de la caja y la prevista amortización de las cuotas.

Así, en los primero 20 días de julio la caja adquirió a través de su agencia de valores Gesamed más de la mitad de todas las acciones de la CAM que se movieron en Bolsa, 582.270 títulos sobre un total de 1,06 millones, y solo vendió 470.800 títulos (algo razonable dado que los clientes que compraron cuotas lo hicieron a través de este bróker). El día 20 todo cambió. En estos tres días la caja sigue siendo el mayor comprador, con 121.500 acciones, pero ahora vende mucho más de lo que compra, 211.100 títulos.

En el día de hoy la caja ya ni siquiera ha sido el principal comprador; ha adquirido 30.200 acciones, superada por Renta 4, y vendido 65.000.

Sin este frenesí comprador, las acciones han caído a plomo. Bajaron un 5,59% el viernes y hoy han cotizado también con notables caídas. Especialmente llamativa fue la sesión del viernes, puesto que a pesar de que la intervención se anunció después del cierre del mercado. La caja cayó con fuerza y con un volumen que duplicó la media de las últimas sesiones. La acción, de hecho, cayó por debajo del precio al que la caja anunció que iba a amortizar las cuotas, 4,77 euros por acción.

Si el apoyo de la caja, ahora intervenida por el FROB, solo el interés especulativo puede sostener la cotización de las cuotas. Si la amortización anunciada por la CAM sigue en pie, las cuotas ofrecen un rendimiento seguro; se compran a 4,41 euros y se amortizarán a 4,77. El riesgo, obviamente, es que el FROB dé marcha atrás en la decisión tomada por el anterior consejo.

En cualquier caso, el tenedor de cuotas participativas, presumiblemente, no habrá notado en su cartera de activos el haber elegido como inversión una caja inviable. Como sucedió con las preferentes de CajaSur o de Caja Castilla la Mancha, aunque el Estado pague los numerosos platos rotos de las cajas, el inversor queda limpio.

En el caso de la CAM, con el añadido de que la caja se permitió, días después de romperse la fusión para dar lugar a Banco Base, repartir 35 millones de euros en dividendo. Dos días después de elevar el dividendo, la CAM, pidió 2.800 millones al FROB. Tres meses y medio más, el agujero de la caja ha sido socializado.

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