"Las escuelas españolas tienen una conectividad pésima"
Su propuesta multimedia para las aulas no sólo ha logrado abrirse paso en el mercado español de libros de texto, sino que hoy también abarca Latinoamérica y tiene la vista puesta en EE UU, Asia y el resto de Europa.
Licenciado en Biología, el camino de Héctor Ruiz (Barcelona, 1980) estaba orientado hacia la docencia y la investigación. Y así hizo durante un tiempo, como profesor de colegio y becado en la NASA, además de sus colaboraciones universitarias. Sin embargo, hace cuatro años decide emprender un proyecto empresarial con un objetivo concreto: apoyar la enseñanza de acuerdo con la realidad tecnológica actual. De esta forma nace Digital-Text, una editorial de libros de texto multimedia que suple las carencias del sector. La idea funciona: el año pasado facturó cinco millones de euros y ya emplea a más de 140 trabajadores. La semana pasada, la Asociación Independiente de Jóvenes Empresarios de Cataluña (AIJEC) le premió como empresario joven del año en la región.
¿Qué convierte a un biólogo en emprendedor?
Con 21 años ya creé una fundación asociada a la universidad de Barcelona para editar obras tanto educativas como de divulgación de la ciencia. Todavía existe, vinculada también al Instituto de Estudios Catalanes. Allí hice varios proyectos, tanto de papel como digital. Uno de ellos es la Revista Eureka, un portal de divulgación para adolescentes. Al ver que cada vez tenía más y más recursos educativos, y sabiendo que desde el sector público un proyecto de mayores dimensiones no iba a tener futuro, decidí formar una sociedad limitada.
¿Dónde obtuvo financiación?
Encontré la confianza de una sociedad de capital riesgo, VenturCap, que pertenece ahora al grupo Gaesco. Tan sólo dos meses después de empezar la búsqueda, un récord. Y este curso empezamos a ser rentables. En los próximos dos años, posiblemente dupliquemos la facturación en España. A nivel internacional se puede disparar muchísimo, porque el mercado español es muy limitado en infraestructuras.
¿En qué países operan?
Hace un año que trabajamos con México, Costa Rica, Honduras, Colombia, Argentina, Chile, Venezuela y Brasil. Por supuesto, también estamos entrando en EE UU, donde hay un ordenador por cada dos alumnos. Y estudiamos buscar aliados en Asia y el resto de Europa. De momento exportamos materias universales, como las matemáticas, la física o la química. En una segunda fase incorporaremos materias específicas de cada país.
¿Cuál es su modelo de negocio?
En principio, como en los libros de texto normales. Partes de una red comercial y las escuelas los licitan y prescriben. Hay que ir escuela por escuela y seducir con las materias. La diferencia es que, al ser digital, te ahorras la impresión, la edición, etc. El importe llega a ser hasta diez veces más económico. Se paga por suscripción anual a los contenidos, a los que se añaden aplicativos para hacer seguimiento de los trabajos de los alumnos, detección de problemas, ayuda al profesor....
¿Cómo es la competencia en el sector?
Feroz. Sólo en España hay 21 competidores, muchos de ellos de nombres bien conocidos. Y se trata de un modelo excluyente, ya que el profesor sólo elige a uno. Pero hemos conseguido hacernos un lugar y vernos líderes en el soporte multimedia gracias a una propuesta absolutamente innovadora, que aprovecha todas las características de un ordenador y sobre cualquier sistema operativo.
¿Con qué problemas se encuentra la enseñanza multimedia en España?
El primero de todos, las infraestructuras. Las escuelas tienen una conectividad pésima. Es una inversión que, sí o sí, el Gobierno tiene que hacer. Y en segundo lugar, la formación del profesorado. Necesita una instrucción metodológica para que sepa sacar el máximo provecho. Pero no tengo duda de que ese es el camino a seguir. En el futuro habrá tabletas económicas para todos los colegios. Lo que no sabemos es a qué velocidad va a darse el cambio.