Cumbre previa Merkel-Sarkozy para buscar soluciones a la crisis de la deuda
La canciller alemana, Angela Merkel, descartó ayer que la cumbre del Eurogrupo de mañana en Bruselas pueda poner punto final a la crisis de la deuda soberana. Berlín pide más tiempo, mientras Francia acusa los primeros síntomas de contagio del peligroso virus griego. No obstante, Merkel y Sarkozy se reúnen hoy para buscar un previo acercamiento de posiciones.
Merkel vuelve a meter la reductora ante la intención de muchos socios de la zona euro de acelerar el rescate de Grecia y poner fin a la interminable travesía de la zona euro por un terreno minado con primas de riesgo crecientes en los bonos emitidos y tipos de interés casi insostenibles para las nuevas emisiones.
La canciller alemana advirtió ayer que en la cumbre de mañana "se tomarán nuevas medidas, pero no se dará un paso definitivo que solucione todos los problemas". Merkel descartó que el Eurogrupo pueda lograr "un gran avance espectacular de una vez", en una señal clara de que la canciller no parece agobiada por los 18 meses de crisis de deuda soberana. El resto de capitales no comparten su parsimonia y se muestran cada vez más impacientes ante una crisis que la semana pasada sacudió a Italia y España, y ayer empezó a salpicar a Francia, considerada hasta ahora un valor tan seguro como Alemania. El diferencial del bono francés con el alemán alcanzó los 77 puntos básicos frente a los 55 de principios de mes.
Joaquín Almunia, vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Competencia, resumió el sentir de la mayoría con un llamamiento a la adopción de una respuesta tajante. "Confío en que el jueves el Consejo Europeo encuentre al final de sus debates, que no van a ser fáciles, las soluciones que todos estamos esperando", urgió el comisario español. Fuentes comunitarias reconocieron que "el margen de maniobra de la zona euro se ha reducido con las últimas turbulencias y los líderes europeos no deberían levantarse de la mesa hasta que puedan dejar claro a los mercados que la hemorragia se ha atajado".
El presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy, parece compartir ese objetivo. Y en contra de su práctica habitual, la convocatoria de la cumbre señala la hora de comienzo de la reunión (doce del mediodía, con un almuerzo de trabajo) pero prevé ni siquiera una hora tentativa para su conclusión. Las negociaciones previas, a nivel técnico, parecen estancadas en torno a las opciones disponibles para aliviar la carga de la deuda griega. "Tienen que ser los primeros ministros quienes tomen una decisión definitiva", apunta un alto cargo comunitario.
La cifra
50% de quita en la deuda griega, para reducirla al 106% del PIB, recomendaron ayer los cinco economistas que asesoran al Gobierno alemán.
Avisos del sector financiero y del FMI sobre el rescate griego
La banca europea observa con preocupación las negociaciones sobre el segundo rescate de Grecia, cuya factura podría pactarse mañana en la cumbre del Eurogrupo. Todas las opciones sobre la mesa, desde la reestructuración de la deuda hasta la creación de un impuesto para financiar el rescate, amenazan la cuenta del resultados del sector. Berlín sigue insistiendo en que el objetivo es lograr una contribución "substancial" de los acreedores privados de Atenas, una exigencia que ha desestabilizado los mercados financieros. El Fondo Monetario Internacional lamentó ayer la "gran incertidumbre" generada por "el debate sobre la participación del sector privado", y pidió a Europa que adopte una decisión lo antes posible. El Eurogrupo estudia completar el plan con nuevos préstamos en mejores condiciones y la recompra de bonos.