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Las medidas fiscales para reducir el déficit se dejaron notar

Hacienda recauda 6.140 millones más con las subidas tributarias

Las subidas fiscales que el Gobierno aprobó en el IRPF, IVA e impuestos especiales permitieron a Hacienda recaudar 7.520 millones más en 2010. La cifra se reduce a 6.140 millones en términos netos si se contabilizan las rebajas tributarias que el Ejecutivo impulsó para autónomos y empresas.

Las medidas fiscales aprobadas por el Gobierno para reducir el déficit se dejaron notar y mucho en el bolsillo de los contribuyentes en 2010. Los datos de la Agencia Tributaria indican que la supresión de la rebaja fiscal de los 400 euros en el impuesto sobre la renta fue, con diferencia, la medida que más encareció la factura tributaria de los asalariados. El Ejecutivo eliminó este beneficio fiscal para las rentas superiores a 12.000 euros y ello permitió ingresar 3.890 millones adicionales, en línea con las previsiones del Gobierno.

Por otro lado, el incremento del los tipos del IVA que entró en vigor en julio del año anterior se tradujo en un incremento de la ingresos brutos 2.760 millones, nivel que desciende hasta los 2.010 millones al contabilizar las devoluciones. Así, los consumidores españoles pagaron 2.000 millones más por la subida del tipo general del 16% al 18% y del mínimo del 7% al 8%.

Además del IVA, el Ejecutivo también aprobó un incremento del impuesto sobre los hidrocarburos y el tabaco, que permitió elevar en 1.190 millones la recaudación. Así, consumidores y asalariados han sido las principales víctimas de los aumentos impositivos que el Gobierno acometió para cuadrar unas cuentas que cerraron el año con un déficit del 9,2% del PIB.

También los ahorradores e inversores vieron encarecerse su factura fiscal. El Ejecutivo elevó en 2010 los tipos en el IRPF sobre las rentas del ahorro y plusvalías del 18% al 19% para los primeros 6.000 euros. A partir de ese nivel, se aplica un gravamen del 21%. Sin embargo, las previsiones del Gobierno no se cumplieron y la recaudación por esta medida solo supuso 430 millones frente a los 800 millones presupuestados. Por otro lado, la rebaja fiscal del 5% a los funcionarios redujo la recaudación en el IRPF en 570 millones, ya que cuanto menor es el sueldo menos se paga por renta.

El impuesto sobre sociedades fue el único de los grandes tributos que no sufrió modificaciones al alza. Es más, la libertad de amortización para las empresas que mantuvieran o ampliaran su plantilla permitió un ahorro fiscal de 400 millones. Por otra parte, el Ejecutivo también redujo del 25% al 20% el tipo en el impuesto sobre sociedades para las microempresas que mantuvieran su nivel de empleados. Ello derivó en una caída de la recaudación en el impuesto sobre sociedades de 280 millones. Los autónomos que tributan por IRPF también se beneficiaron de una rebaja similar y lograron un ahorro de 130 millones.

La influencia de los mercados en la política fiscal

La vicepresidenta económica, Elena Salgado, asegura que el Ejecutivo no se plantea subidas de impuestos en el corto plazo. Sin embargo, la experiencia reciente indica que las decisiones fiscales y económicas están muy condicionadas por los mercados. Por ejemplo, Economía defendía meses antes de anunciar la subida del IVA que no se planteaba elevar los impuestos indirectos. Finalmente incumplió su palabra ante el aumento desmesurado del déficit y la desconfianza de los inversores.Lo mismo sucedió con la rebaja salarial a los funcionarios, una medida que Salgado aseguró que tampoco entraba en sus planes. El resultado final es conocido: el sueldo de los funcionarios se redujo un 5% de media. Todo ello ilustra el poder que tienen los mercados para determinar no solo la agenda de los Gobiernos sino también sus medidas. Con estos precedentes, los contribuyentes tienen motivos para estar intranquilos, ya que España ha vuelto a situarse en el punto de mira de los mercados y los inversores exigen garantías de que la Administración será capaz de reducir su déficit fiscal. De hecho, esta misma semana Elena Salgado aseguró en el Congreso que estaba dispuesta a reducir aún más el techo de gasto para 2012 y reconoció que el anuncio suponía un mensaje para los mercados.Con todo, la proximidad de las elecciones generales reduce las posibilidades de que el Gobierno adopte una subida importante de impuestos. Los cambios fiscales relevantes llegarán después de las elecciones. El candidato socialista, Alfredo Pérez Rubalcaba, ya ha prometido recuperar el impuesto sobre el patrimonio si gana. Mientras que Mariano Rajoy asegura que el PP, si gobierna, rebajará los impuestos a las empresas.

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