La Junta de Extremadura se retira de la refinería del Grupo Gallardo
El presidente de la Junta de Extremadura, José Antonio Monago, anunció ayer que el Ejecutivo regional no aportará dinero al proyecto de refinería impulsado por el Grupo Gallardo, "sencillamente porque el Gobierno regional, el poco dinero que tiene, lo tiene para otras prioridades".
En una entrevista en Canal Extremadura Radio, José Antonio Monago recordó que el Gobierno de Guillermo Fernández Vara tenía unos "compromisos adquiridos" para cofinanciar este proyecto de refinería, pero desveló que "parece que no va a haber dinero para acompañar este proyecto".
Ante un "volumen tan importante de acompañamiento del presupuesto regional" que había comprometido el Gobierno anterior, tal y "como están las cosas, primero está la educación, luego está la sanidad, la dependencia o el apoyo a los emprendedores", dijo.
"Este proyecto, desde luego, no puede contar con lo que se había comprometido por parte del Gobierno regional, sencillamente porque el poco dinero que tiene, lo tiene para otras prioridades", afirmó el jefe del Ejecutivo regional.
Explicó que la Junta de Extremadura cuenta con "prioridades en mente", que son las que le "exige el pueblo extremeño", por lo tanto, ha aseverado que "no es que sea difícil, es que es imposible el acompañamiento financiero" al proyecto de refinería.
En cualquier caso, apuntó que ante cualquier proyecto que se presente, que cumpla con todas las garantías legales y desde el punto de vista ambiental, "nada puede oponer un Gobierno", y, en consecuencia, si el proyecto "tiene los parabienes, seguirá adelante, y si tiene objeciones, tiene que solventarlas". Así, aseguró que "si la respuesta de la Administración es que no se ajusta a Derecho, no se puede impulsar", concluyó.
La Refinería Balboa, iniciativa del Grupo Gallardo, está llamada a ser, según sus promotores, "el mayor proyecto industrial de la historia de Extremadura". Ubicada en la Sierra de San Jorge, en el término municipal de Los Santos de Maimona, en la provincia de Badajoz, está previsto que sea la décima refinería de petróleo de España.
Las dificultades financieras no son exclusivas de la Junta de Extremadura, de hecho, Gallardo ha tenido que desinvertir para tratar de tranquilizar a la banca acreedora. El grupo ha ido engordando su deuda, sobre todo a raíz de la compra de una siderúrgica germana -ya vendida- y de la decisión de ampliar Siderúrgica Balboa.
Al cierre de 2009 (últimas cuentas públicas), Gallardo tenía unas deudas a largo plazo de 1.146,7 millones de las que 977,4 millones eran deudas con entidades de crédito. El 29 de diciembre de ese año, el grupo reestructuró la deuda con el sindicato de bancos acreedor, para lo que firmó un contrato de financiación a largo plazo.
La iniciativa del Grupo Alfonso Gallardo cuenta con el apoyo de socios nacionales como BBVA, Caja Madrid -ahora Bankia-, Caja Extremadura y Sociedad de Fomento Industrial de Extremadura. La decisión de ayer del Ejecutivo extremeño deja en el aire uno de los proyectos industriales más ambiciosos de España. En él se iban a invertir un total de 2.500 millones.