Una subida de la luz coherente
La tarifa eléctrica de último recurso, es decir, aquella que pagan unos 20 millones de hogares españoles, experimentará un aumento del 1,5% de media a partir de hoy. Ello supone un alza de unos 0,50 euros al mes para un consumidor medio. Este encarecimiento de la tarifa es consecuencia directa de la subida del coste de la energía, que aumentó un 2,7% en la última subasta, y de la congelación de los peajes, que es la parte regulada de la tarifa eléctrica. La de hoy es la segunda subida del año, tras la registrada en enero, que fue del 9,8%. De este incremento de las tarifas anunciado ayer se descuelga el denominado bono social, que afecta a unos tres millones de hogares.
Al margen de los guarismos concretos, lo que subyace es una decisión coherente por parte del Ministerio de Industria. Miguel Sebastián diseñó un marco de juego más claro y transparente a la hora de decidir el incremento de los precios energéticos y lo ha aplicado sin dejarse llevar por la tentación de hacer una rebaja de carácter más político y populista que realista. Haberlo hecho así habría agravado uno de los problemas más serios a los que se enfrenta el sector: el déficit de tarifa. Un problema que no es baladí, pues a finales de mayo se había disparado ya a 22.850 millones, con el subsiguiente efecto negativo sobre las cuentas públicas.