Bankia opta por la prudencia y asume una fuerte dilución
Para recapitalizarse y asegurar la colocación en un difícil contexto de mercado, Bankia pone en Bolsa la mitad de la sociedad. La contrapartida es que BFA tendrá menos dividendos de su filial.
Bankia, o BFA, según como se mire, ha optado por la vía conservadora. Bien es cierto que el contexto no invitaba a hacer aventuras pero, en todo caso, en la entidad dirigida por Rodrigo Rato ha primado el asegurar la colocación y garantizar la recapitalización a través de la una fuerte dilución del capital.
Según los datos publicados en la CNMV, se colocará en el mercado el 47% de Bankia, al vender 824,5 de los 1.750 millones de acciones. Eso permite a la entidad aplicar un descuento suficientemente atractivo para despertar el interés de los inversores institucionales y, a la par, obtener un colchón de capital más que suficiente que despeje dudas sobre la viabilidad de Bankia. Puede ofrecer un descuento de más del 50% sobre el valor en libros y, aun así, presumir de un ratio de capital del 10% tras la operación. Buenas noticias para Bankia y, quizá, aún mejores para el sector financiero.
Pero, como en todo en la vida, hay contrapartidas. La dilución del capital no arriesga a Bankia a caer en manos de un banco extranjero, pero la entidad ha apurado al máximo. Si los bancos colocadores ejecutan el green shoe, la parte de capital que se queda BFA roza el límite del 50%.
Además, BFA, que ha agrupado parte de las deudas y los activos de peor calidad de la fusión de las siete cajas (el llamado banco malo), necesita dinero para pagar su pasivo. De hecho, BFA tiene en cartera preferentes, préstamos del FROB y deuda subordinada cuya retribución JP Morgan calcula supondrá unos 1.000 millones de euros en los próximos años.
Para ser viable y poder absorber potenciales desvalorizaciones de activos inmobiliarios, los dividendos de Bankia son una importante fuente de ingresos. No tanto este 2011 como en 2012 o 2013. En este último ejercicio Bankia ganará 1.300 millones, según el citado banco de inversión. Si paga en dividendos el 50% del beneficio, repartirá 650 millones, de los que solo la mitad (325) irán a parar a BFA. Con una dilución menor, por ejemplo el si BFA mantuviese el 65% del capital, como se había barajado, obtendría 100 millones más en dividendo.
Con todo, poniendo ventajas e inconvenientes en la balanza, lo cierto es que la operación se ha planteado con la máxima prudencia posible y eso es una buena noticia.. Solo queda que, con la venia de políticos griegos o alemanes, los mercados huyan de la tormenta y los grandes inversores compren