Telefónica y América Móvil saltan de la lucha regional a la mundial
Telefónica y América Móvil tienen una competición muy particular entre ellas, que ya no solo se extiende a Latinoamérica, sino al número mundial de clientes, a los beneficios y al rating.
Todo empezó como una rivalidad local. América Móvil molestaba a Telefónica en algunos países del Nuevo Continente y la española hacía lo propio con su rival, sobre todo desde que desembarcó en el territorio natural de su archienemigo: México.
Poco a poco la competición se hizo regional; el trofeo era dominar Latinoamérica. La compañía del magnate mexicano Carlos Slim, América Móvil, era más grande en número de clientes celulares en la zona, pero Telefónica dio al traste con esta superioridad al comprar de un plumazo todas las operadoras de BellSouth al sur del otro lado del Atlántico.
Eso fue a principios de 2004, y la victoria no duró mucho. A finales de ese año, América Móvil había enjugado la distancia y volvía a estar por encima.
Capitalización y finanzas
A partir de ahí comenzó la pugna mundial. América Móvil tenía más clientes celulares que Telefónica en Latinoamérica, pero menos si se sumaban a la española sus otras posesiones. Tampoco por capitalización bursátil ni por resultados o solidez financiera había la menor posibilidad de comparación. A favor de Telefónica, claro.
Pero seis años y medio después de aquella primera victoria, la situación es ahora muy diferente. Hace justo un año, América Móvil logró batir a Telefónica en dos métricas mundiales. Superó a la española por capitalización bursátil y por número de clientes de móvil globales. Hoy, Telefónica vuelve a estar por encima de la mexicana por valor en Bolsa (le saca unos 4.000 millones de euros de distancia), pero en usuarios celulares sigue por detrás (la mexicana tiene casi ocho millones más, 231 millones frente a 223 millones, según los datos de cierre del primer trimestre).
Eso sí, en número de clientes totales (sumados los de telefonía fija, banda ancha y televisión), Telefónica todavía reina en la competición, aunque cada vez menos. A cierre de marzo, la española tenía 290,5 millones de usuarios en todo el mundo, solo seis millones y medio más que la firma latinoamericana, cuyo ritmo de crecimiento es superior. Eso sí, Telefónica es mucho más fuerte en ingresos (15.435 millones de euros frente a 9.200 millones de la mexicana en el primer trimestre del año), pero la española siente ya el aliento de su rival en materia de beneficios. Solo 236 millones las separaron a cierre de marzo, en una prueba más de la capacidad de América Móvil para rentabilizar hasta el extremo todo lo que toca.
Perspectivas de futuro
En este momento de la competición es cuando entran en juego las perspectivas financieras para cada una de ellas. Y las firmas de calificación de riesgo lo tienen claro: votan por América Móvil. Primero fue Moody's la que comenzó a distanciar a la una de la otra, con un rating A2 para la mexicana, dos escalones por encima de la española. Luego llegó Standard & Poor's, que las considera empatadas en solidez financiera, pero con una perspectiva estable para América Móvil y una negativa para Telefónica. Y la semana pasado fue Fitch la que movió ficha. Lo hizo primero con la española, el lunes, cuando rebajó su perspectiva a negativa por la debilidad de la economía nacional y por "un cierto grado de cautela" sobre su capacidad para repagar la deuda debido a su política de dividendos y la compra de espectro radioeléctrico.
Incluso con perspectivas diferentes (la de América Móvil es estable), al menos Fitch consideraba que los ratings de las dos empresas estaban igualados. Pero el viernes llegó el desempate. La agencia de calificación mejoró de A- a A la solvencia de América Móvil, con lo que ahora supera a Telefónica en grado y perspectiva. Lo hizo "por la diversificación" de la mexicana en negocios de telefonía fija y móvil a lo largo de Latinoamérica, "su fuerte generación de caja" y "su gran flexibilidad financiera".
¿Cuál será el próximo capítulo de la batalla?