"A pesar de la crisis, España es un país muy atractivo para la logística"
En el contexto actual, Solá apuesta por que el operador logístico opte por una adecuación de costes, más que por una bajada de márgenes. Expone que el comercio electrónico tendrá en España un "crecimiento bestial".
El sector de la logística en España está sufriendo la crisis en varios aspectos. Por un lado, los operadores centrados en sectores golpeados por el consumo como el automóvil, la gama blanca de productos (frigoríficos o lavadoras) o la gama marrón (como televisores) han visto bajar los volúmenes de negocio. Por otro, y aquí los afectados son todos, los fabricantes están exigiendo bajadas de precios.
Así lo afirma José María Solá, consejero delegado de Fiege Iberia. De origen alemán, la empresa cuenta en España y Portugal con 280 empleados, distribuidos en 27 instalaciones logísticas, con 212.000 metros cuadrados de almacenaje. En 2010 facturó 40 millones de euros, mientras que el grupo internacional, en este apartado, alcanzó los 1.450 millones.
La compañía trabaja para sectores como alimentación, bebidas, higiene, limpieza o parafarmacia. "En España, buena parte de nuestra actividad está en bebidas y alimentación y esta última no ha sufrido tanto la crisis, por lo menos en volumen. Existe mucha más marca blanca, con productos de menor valor, pero al final comemos todos. Y en cuanto al subsector de las bebidas, los problemas arrancaron ya en 2008".
Según Solá, el 80% de sus clientes se encuentran en el mismo volumen que antes de la crisis. "Sí que nos está afectando en que los fabricantes han ido a buscar precio, precio, precio y nos hemos olvidado de la calidad del servicio. Aquí hemos tenido que entrar obligatoriamente, pero no lo hemos hecho de una manera desmesurada".
Periodo recesivo
Preguntado por si la crisis que golpea a España hace a nuestro país menos atractivo para la logística, Solá considera todo lo contrario. "Es muy atractivo, ya que el mercado logístico tiene que crecer en España. En externalización de servicios estamos muy lejos de nuestros vecinos, como Italia, Francia o Alemania". En su opinión, esto se viene diciendo desde hace muchísimos años, "pero no se ve cuándo vamos a llegar ahí. En otros sectores nos hemos puesto a nivel, pero en externalización todavía somos remisos. Al final, ganaremos en tres años lo que deberíamos haber hecho en 20".
Para Solá, la culpa de esta reticencia se encuentra en los propios operadores logísticos. "Hace quince años cualquier gran o pequeña empresa de transporte quiso tener almacenes y pensaron que lo difícil era el transporte y no la logística, por lo que se hicieron muchas barbaridades".
A su juicio, esto ha hecho que "los fabricantes en España todavía no tengan demasiada buena opinión de la logística de los operadores, pero creo que esto va a cambiar". Solá explica que durante años el servicio ha sido ramplón, jugando al coste y sacando el mayor beneficio posible al cliente. "Pero están llegando profesionales jóvenes y el operador está entendiendo que su servicio es también el almacenaje, la preparación de pedidos y el control de stock. En algunos años seremos capaces de generar confianza en el mercado, para estar en un porcentaje de externalización como en otros países".
En concreto, subraya que España se encuentra en este aspecto 15 puntos por debajo de Francia o Alemania, por ejemplo. "Estamos en el 6% aproximadamente, cuando esos países alcanzan el 20%". Acerca de la actual política de precios, Solá declara que "intentamos equilibrar los costes". Para el directivo, ésa es la forma que Fiege está haciendo frente a "las pequeñas bajadas de tarifas a nuestros clientes, que tampoco han sido dramáticas".
Intrusismo
El consejero delegado de Fiege Iberia no se asusta por el intrusismo, una queja constante en el sector. "El intrusismo ha existido siempre. No sé porqué nos quejamos ahora de ello. Todas las empresas de transporte han entrado en la logística y el 90% de las empresas logísticas eran antes de transporte. Somos muy pocas las compañías que hayamos sido desde los inicios exclusivamente logísticas".
Fiege no está cerrada a participar en un posible proceso de concentración sectorial. "En absoluto", dice Solá. "Pero debemos dejar el mercado abierto. Existen pequeños operadores que se dedican a un solo sector y son magníficos". Para hacer frente a la crisis, el directivo opta por una adecuación de costes más que por una bajada de márgenes, ya que "en este negocio los márgenes siempre han sido muy ajustados".
Los planes de Fiege pasan por entrar "y apostar fuerte" por el sector de productos de gama blanca, "que está muy monopolizado por dos o tres operadores", afirma.
Una visión alemana del largo plazo
Solá pone énfasis en que el origen de Fiege es familiar y que cuenta con más de 100 años de historia. "Ahora la dirige la quinta generación", indica. Y recalca que la visión de la compañía es a muy largo plazo, "muy alemana. Nunca existen estrategias a corto ni de crecimientos desmesurados". El directivo habla que el operador busca más la sostenibilidad y el buen hacer, dando altos estándares de calidad. "Fiege nunca ha pensado en formar parte de otro grupo o ser absorbida o comprada".Solá lleva a gala que la media de permanencia de sus clientes es de ocho o nueve años. "La media del sector es de dos o tres años. Esto nos enorgullece y nos facilita conocer muy bien a los clientes y a los clientes de nuestros clientes".Solá critica que Europa no haya hecho nada por unificar la red ferroviaria, aplaude el plan del Ministerio de Fomento para potenciar la conexión de mercancías por tren y puertos y alerta del crecimiento que experimentará el comercio electrónico. "En España será bestial".