La apertura de Corea a los inversores
En Goldman Sachs Asset Management creemos que el mundo de la gestión de activos está atravesando por un periodo de grandes transformaciones. El concepto de mercados emergentes ha quedado obsoleto, ya que los países BRIC y un grupo de otros mercados en desarrollo cada vez tiran más del carro de la economía mundial. Corea es un interesante ejemplo de ello.
A comienzos de este año, Jim O'Neill sugirió que algunos de los países del grupo de mercados emergentes deberían rebautizarse como mercados de crecimiento. Estos países ya están impulsando el crecimiento económico mundial y probablemente lo sigan haciendo en el futuro. Atendiendo puramente a los números, consideramos que un país que supone más del 1% del PIB mundial debería denominarse mercado de crecimiento. Existen actualmente ocho países en el universo emergente que encajan en esta definición: el grupo de los BRIC (Brasil, Rusia, India y China) y cuatro naciones del denominado Next 11 o N-11 (México, Indonesia, Corea y Turquía).
Existen tres rasgos positivos que definen la economía de Corea hoy y que en cierta medida también se pueden hacer extensivos a otros mercados de crecimiento: liderazgo mundial, exposición al crecimiento de los BRIC y sólidos fundamentales corporativos. A la inversa, los desafíos a los que se enfrenta Corea son similares a los de otros mercados de crecimiento: problemas de inflación, tensiones geopolíticas y la necesidad de mejorar la productividad y dejar atrás una economía basada en productos de bajo valor añadido. Sin embargo, otras de las dificultades a las que se enfrentan los mercados de crecimiento, como la falta de apertura y un Estado de Derecho poco consolidado, no plantean tantos problemas en Corea.
Gran parte del crecimiento de la economía coreana procede de las exportaciones a los BRIC y a otros mercados emergentes. Las exportaciones a los países BRIC ya suponen alrededor del 30% de las exportaciones totales. En nuestra opinión, este porcentaje crecerá conforme las empresas coreanas vayan beneficiándose de la expansión de las clases medias en los BRIC y otros mercados de crecimiento. La tendencia de crecimiento continuo de los BRIC también está dando lugar a sectores completamente nuevos. Por ejemplo, las empresas coreanas especializadas en televenta están incrementando rápidamente su cuota de mercado en China y los fabricantes de dulces están triunfando en el gigante asiático, pero también en Rusia.
Si analizamos los fundamentales de las empresas coreanas líderes, uno llega a la conclusión de que los balances son, en general, sólidos y que la rentabilidad empresarial está mejorando. Sin embargo, un segmento del sector empresarial coreano que no parece tan fuerte es el de las pymes, que no forman parte del grupo de grandes compañías exportadoras. Una crítica que se puede hacer al crecimiento coreano es que ha estado orientado hacia las empresas que se benefician de unos grandes negocios de exportación.
Creemos que la gran amenaza para el crecimiento continuo de Corea del Sur es, por supuesto, geopolítica. Sin embargo, si miramos la evolución del índice Kospi, los incidentes con Corea del Norte no han tenido un efecto duradero en el sentimiento del mercado. Posiblemente, un motivo de preocupación mayor y más inmediato es la presión inflacionista que ha afectado negativamente a la Bolsa coreana. Un won más fuerte debería aliviar esta presión con el tiempo, siempre y cuando el Gobierno reduzca su intervencionismo en el mercado de divisas. A la hora de considerar la evolución bursátil reciente, Corea ha llegado a un punto en el que su economía tiene peso y contribuye por sí misma de forma importante al ciclo económico mundial. Se prevé que el PIB de Corea pase del puesto 51 del mundo en 2006 al 8 en 2025. De ser así, se situaría justo por detrás de EE UU y varias economías europeas.
Tal vez el rasgo más importante de la economía coreana moderna es su apertura a los inversores. Aunque existen algunas restricciones a la inversión en renta fija, la Bolsa está relativamente abierta a los inversores foráneos. La economía coreana moderna está íntimamente ligada al resto de Asia y, con ella, a todo el mundo. En un momento en el que los mercados de crecimiento siguen aumentando el bienestar de la población dentro y fuera de sus fronteras, Corea es un ejemplo de la velocidad con que se puede evolucionar si se aprovechan las oportunidades de la cambiante economía mundial.
Terence Lim. Director general de Goldman Sachs Asset Management en Corea