La ropa más íntima para las carteras más llenas
Un regalo especial y atrevido, que puede ser difícilmente asequible. Al margen de los modelos que se encuentran en los grandes almacenes, existen una serie de marcas de lencería asimilables directamente al género del lujo.
¿Million dollar baby? Para el caso de Adriana Lima, el título de la película de Clint Eastwood se queda corto. El año pasado, la modelo brasileña se encargó de presentar en sociedad el Fantasy Bra, el sujetador de fantasía de la marca estadounidense Victoria?s Secret. A juzgar por el precio de la prenda, la Lima pudo autotitularse two million dóllar baby.
La pieza de Victoria's Secret consiste en tres mil diamantes blancos por un total de sesenta kilates, al margen de algunos cientos de zafiros y topacios, todo engarzado en oro blanco de 18 kilates. La obra de orfebrería ocupó, según la empresa, a seis artesanos que trabajaron durante 1.500 horas.
Pero no solo los participantes de la lista de Forbes de las mayores fortunas pueden disfrutar de lencería de capricho. Eso sí: hay que estar preparado para invertir cantidades notables de dinero. Una de las marcas más caras es la de Carine Gilson, con diseños que pueden superar los 2.000 euros.
En un siguiente grupo se concentra un amplio abanico de diseñadores, como Sarrieri, La Perla, Agent Provocateur o Bordelle, que ofrecen la gama más alta de sus productos por unos 500 euros. ¿Caro? Sin duda. ¿Merece la pena? Seguramente dependerá de los gustos, aunque, puestos a dejarse un buen tajo del sueldo de una tacada, es uno de esos regalos que no solo disfruta quien lo recibe.