Grecia y Cataluña, pareja de hecho
La sede de la Generalitat en Bruselas, en pleno barrio europeo, se codea con un departamento de la embajada griega ante la UE. Una vecindad que pasaba desapercibida hasta que Cataluña y Grecia han empezado a aparecer como pareja de hecho en numerosos párrafos de la prensa internacional.
Los parlamentarios catalanes dieron luz verde a un proyecto de presupuesto con un déficit previsto (2,6%) que duplica lo autorizado a nivel nacional. Un desafío a la disciplina fiscal muy habitual al otro lado del Mediterráneo que ha colocado a Cataluña en el radar de las temidas agencias de calificación.
La Generalitat, además, ha revisado la cifra de déficit del año pasado (hasta el 3,86%) después del reciente cambio de Gobierno, una tradición también muy ateniense (y castellanomanchega).
Por supuesto, nadie que conozca bien Grecia y Cataluña equiparará la situación de sus economías. Pero los mercados últimamente no tienen tiempo para sutilezas. De ahí que mi colega de Catalunya Ràdio, Jaume Masdeu, proponga con ironía que la Generalitat vaya pensando en hacer caja a costa de la Sagrada Familia.
Seguro que más de un inversor japonés cubriría a gusto los números rojos catalanes con tal de llevarse piedra a piedra la obra de Gaudí.
Foto: Sede de la Generalitat en la rue de la Loi en Bruselas (B. dM., 2011).