Los 'indignados' vuelven a tomar las calles
Las seis multitudinarias marchas que han recorrido las calles de Madrid contra la crisis y el capital han confluido poco antes de las dos de la tarde en los aledaños del Congreso de los Diputados, custodiados por un fuerte cordón policial para evitar su acceso a las Cortes, pidiendo una huelga general.
Procedentes de seis puntos de la Comunidad de Madrid, miles de manifestantes situados tras pancartas reivindicativas, ajenas a partidos políticos y sindicatos, han coreado durante el recorrido consignas contra el actual sistema político y financiero.
Bajo un intenso calor, los participantes en las distintas marchas, que arrancaron a las nueve de la mañana, han mantenido una actitud pacífica y han insistido en que "lo que sí es violencia es no llegar a fin de mes".
Las manifestaciones, que se han iniciado con un tono festivo, han ido convergiendo en la plaza de Neptuno, cerca del Congreso de los Diputados, y allí han tomado un cariz más reivindicativo.
Durante la lectura de un manifiesto, con el que se ha dado por concluida la marcha, se ha aludido a la convocatoria de una huelga general y a la revolución.
Antes de llegar a la plaza de Neptuno, las distintas marchas han ido confluyendo y cada vez que una coincidía con otra, lo festejaban con aplausos y gritos de bienvenida.
Los organizadores han velado durante los recorridos de las seis columnas por la buena marcha de la manifestación.
Además, cien efectivos de Samur-Portección Civil que han acompañado a los manifestantes, se encuentran junto a ellos en las inmediaciones de la plaza de Neptuno por si necesitasen asistencia.
Los manifestantes, que eran conscientes de que miembros de la brigada de información de la Policía estaban infiltrados en la concentración para localizar a las posibles minorías violentas,
dirigían jocosamente la marcha y han repetido con ironía "se nota se siente la secreta está presente" y "el pinganillo no se te ve".