Gallardón elevará el IBI un 5,7% anual hasta 2021
Hacienda revisa el valor catastral de las viviendas cada 10 años y a Madrid le toca ahora, por lo que a partir de 2012 entrarán en vigor las nuevas referencias. Aunque el ayuntamiento ha anunciado que congelará el tipo que aplica al impuesto de bienes inmuebles (IBI), cada propietario pagará el año que viene un 5,7% más de media. Y si no se reforma este tributo, eso será así cada ejercicio hasta 2021.
Se suceden las malas noticias para los contribuyentes. En este caso los afectados son los madrileños que tributen por el impuesto de bienes inmuebles (IBI), más conocido como contribución urbana. La Junta de Gobierno aprobó ayer el informe de la ponencia de valores que ha elaborado la Dirección General del Catastro, y que será la que esté vigente en el periodo 2012-2021.
¿Qué es el valor catastral? Se trata del valor administrativo que otorga el Catastro, organismo dependiente de Hacienda, a toda clase de bienes inmuebles. En términos generales suele equivaler al 50% del valor de mercado. Es un dato crucial a efectos fiscales porque es el que se toma en consideración para el principal impuesto municipal, el IBI y para otros tributos como el que grava el incremento de valor de los terrenos de naturaleza urbana y en el IRPF.
Los efectos del boom inmobiliario
Por más que no haya evolucionado parejo al boom de precios inmobiliarios que se registró en la década 1997-2007, dependiendo de cuándo se haya producido la actualización del valor catastral, el incremento del mismo habrá sido mayor o menor. Así, para Madrid, cuya revisión se ha producido en 2011 con entrada en vigor en 2012, los nuevos valores han recogido gran parte del alza de la burbuja, pero también del ajuste que comenzó en 2008. El resultado es que cuando culmine la actualización, en 2021, el valor catastral residencial de Madrid se habrá incrementado un 74% sobre 2011. En municipios donde la revisión que hizo el Catastro fue antes (ver ilustración) los aumentos de valor, conocidos popularmente como los catastrazos, han sido muy superiores, ya que no ha dado tiempo a reflejar parte de la rebaja de precios del mercado.
Es el caso de Toledo, con un aumento del 265% o del 236% en Almería. Dentro de la Comunidad de Madrid destacan los casos de Majadahonda, con el 246% o Leganés, con el 234%. En todos ellos la última revisión data de 2008. ¿Qué margen de maniobra tienen los ayuntamientos ante estos nuevos valores catastrales?
Tienen la capacidad para fijar el tipo del impuesto, que es lo que determina la cuota líquida a pagar. Es decir, pueden bajar el tipo y hacer que el efecto sobre el contribuyente de esta revalorización del Catastro sea neutra (pagando el mismo IBI que antes), pueden incluso bajarlo más y hacer que los ciudadanos paguen menos (algo improbable en el entorno actual) y pueden o congelar el tipo (que es la decisión adoptada por el equipo de Alberto Ruiz-Gallardón) o subirlo. En estos dos últimos supuestos, el ciudadano pagará más. En Madrid, el alza media del IBI será un 5,7% el año que viene, lo que reportará a las arcas municipales 79 millones más. En total, Gallardón prevé recaudar 1.101 millones por este concepto. El Consistorio lleva ocho años pidiendo la reforma de este impuesto para poder crear una escala de tipos por tramos que introduzca cierta progresividad en el IBI, así como para establecer un IBI social.