España decide expulsar al embajador libio en Madrid y a tres espías
El Gobierno español ha decidido expulsar al embajador del régimen libio en Madrid al considerar que las autoridades a las que representa han perdido "toda legitimidad" y a otros tres funcionarios de la legación que realizaban tareas de espionaje.
El Ministerio de Asuntos Exteriores y de Cooperación ha anunciado la medida en un comunicado y la justifica por la "continua represión que viene ejerciendo sobre la población libia" el régimen de Muamar Gadafi.
El departamento que dirige Trinidad Jiménez ha comunicado oficialmente este jueves al embajador Ajeli Abdussalam Ali Breni que dispone de diez días para abandonar el territorio nacional.
El Gobierno ha decidido también expulsar a tres funcionarios de la Embajada libia en Madrid que "realizaban actividades incompatibles con su estatus diplomático", añade en una nota el Ministerio. Este es el eufemismo habitual en diplomacia para referirse a actividades de espionaje.
La medida llega tres días después de que la secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, animara a los países africanos a expulsar a los diplomáticos libios y cerrar sus embajadas para presionar a Gadafi para que abandone el poder, durante una visita a la sede de la Unión Africana en Addis Abeba.
Aumentar la presión diplomática
Jiménez ha defendido en numerosas ocasiones la necesidad de insistir en la presión diplomática sobre Gadafi para forzar su salida, toda vez que los objetivos de la misión militar para establecer una zona de exclusión aérea con el fin de proteger a la población civil se están cumpliendo.
Antes que España, países como Reino Unido o Gambia, que también han reconocido al Consejo Nacional de Transición libio como representantes legítimos del pueblo libio, han expulsado a los embajadores del régimen de Gadafi en meses anteriores.
Emiratos Arabes Unidos ha adoptado la misma medida esta misma semana inmediatamente después de reconocer a los representantes de los rebeldes libios.
Jiménez viajó la semana pasada a Benghazi para dar un paso más en el respaldo al Consejo Nacional de Transición, al que reconoció como "el representante legítimo del pueblo libio".
La decisión de proceder ahora a la expulsión del embajador libio es una medida que adopta España de forma soberana, aunque está "en sintonía" con las medidas que la comunidad internacional está desplegando para aumentar la presión sobre Gadafi, han explicado a Europa Press fuentes diplomáticas.
España mantiene un enviado especial en Benghazi, el diplomático José Riera, para institucionalizar los contactos con los representantes de los rebeldes, mientras que ha retirado a todo su personal diplomático de la Embajada en Trípoli.
A pesar de la expulsión del embajador libio en Madrid, España no ha roto relaciones con el Estado libio, sino con los representantes del régimen de Gadafi.