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Columna
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El gigante asiático y la inflación

Los datos más recientes en China revelan que la inflación sigue siendo una amenaza -pero los inversores tienen otras cosas en mente-. Mientras que los precios al consumidor en mayo se incrementaron a su mayor ritmo en 34 meses, el crecimiento estable de la inversión y la producción muestran que China no ha apretado demasiado.

La inflación de mayo fue mayor de la esperada. El índice de precios al consumo se incrementó en un 5,5% interanual. El banco central replanteó rápidamente las reservas requeridas por sexta vez este año, pero con el tipo de interés real interanual negativo en el 2,25%, precisan más ajustes.

Con todo, el crecimiento parece todavía saludable. La producción industrial china creció con fuerza en un 13,3% interanual, cayendo ligeramente desde el 13,4% de abril. La inversión en activos fijos aumentó un 26% en mayo, ligeramente superior respecto abril. Y los inversores respiraron aliviados.

Las acciones podrían beneficiarse de un renovado optimismo. El mercado de Shanghái realiza el segundo peor desempeño del mundo después de Atenas: Los inversores mostraron su inquietud por el posible perjuicio que podría acarrear la inflación sobre la inversión y el consumo. Los temores sobre la inflación llevaron incluso a los consumidores a gastar un 43% más en joyería en mayo.

Pero con un ajuste gradual pueden aliviarse las presiones inflacionistas. El crecimiento del dinero cayó por debajo del objetivo oficial del 16% por segundo mes en mayo. Y el estrechamiento del déficit comercial significa que debería haber menos dinero entrando en China de las exportaciones. Esto prepara un escenario para otra apreciación del yuan. Las autoridades deberían estar ahora más dispuestas a dejar que una moneda fortalecida luche contra la inflación importada, sin preocuparse de que el crecimiento se resienta como resultado. Por el momento, el riesgo de inflación es algo con lo que los inversores pueden vivir.

Wei Gu

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