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Próxima salida a Bolsa

Las dudas que Bankia tendrá que resolver en su OPS

Los inversores quieren detalles sobre cuáles serán los pilares de su crecimiento

Escaparate de una oficina de Bankia
Escaparate de una oficina de BankiaBLOOMBERG

Los preparativos de cara a la salida a Bolsa de Bankia avanzan a gran velocidad. La entidad aspira a cotizar en la primera quincena de julio pero todavía son muchas las dudas que deberá resolver en la comunidad inversora para garantizar el éxito de la operación. Las principales cuestiones que el mercado busca esclarecer se centran en la capacidad de generación de resultados, el balance y la estructura de la compañía.

En los próximos días Bankia intensificará los encuentros con potenciales inversores para sondear su interés, despejar dudas sobre la compañía y tratar de llevarse una lista de interesados. "Somos muy escépticos de partida y mucho tendrán que explicarse para convencernos cuando nos reunamos", resume un gestor que tiene cita esta semana.

Y es que Bankia, el futuro banco cotizado del grupo de siete cajas que lideran Caja Madrid y Bancaja, tiene un reto enorme, más aún en un momento tan delicado como el actual con la crisis de deuda soberana en primer plano. A ello se suma la decisión de Telefónica de dar marcha atrás en la salida de su filial Atento por la baja demanda.

La compañía intensifica estos días los encuentros con interesados

El principal problema al que se enfrenta la entidad es el recelo que causa el sector financiero en la actualidad, especialmente aquel que centra su negocio en España, país con un potencial de crecimiento económico bajo para los próximo años. De ahí que las principales dudas que están planteando los posibles interesados en comprar acciones de Bankia se centran precisamente en conocer el potencial de beneficios que prevé la entidad.

"Queremos conocer cuál será la fuente de crecimiento esperada para la compañía en los próximos años ya que van a tener que dedicar una gran parte de los esfuerzos a saneamiento durante mucho tiempo, por lo que no se visualizan motores de crecimiento importantes", argumenta un potencial inversor.

La empresa asegura que las sinergias que generará el negocio bancario son su gran baza pero deberá trabajar duro para convencer a los inversores de que efectivamente sentarán la base para su desarrollo futuro.

Una mayor claridad sobre el balance de la compañía es otra cuestión que muchos inversores tratarán de aclarar estos días con los brókeres que acudan a explicar el proyecto. "Necesito entender bien cómo puede repercutir la evolución de los activos inmobiliarios de peor calidad en manos de BFA en Bankia", comenta otro gestor. Así, cuestiones concretas sobre la estructura de la compañía, la valoración de los inmuebles o el nivel de provisiones son otros temas que ya están abordando con los inversores.

Entender bien el beneficio de acudir a la ampliación de capital ahora en vez de a otras que se pueda plantear en el futuro son otros interrogantes que también se están planteando a la entidad, al tiempo que interesa conocer la posible toma de participaciones relevantes por parte de alguna entidad, como por ejemplo su socia Mapfre.

Pero al final, más allá de la capacidad de convicción de Bankia, el éxito o fracaso de la operación lo determinará el precio. El mercado exige un descuento sustancial más allá de la horquilla entre 0,6 y 0,7 veces el valor en libros que manejan los colocadores.

Antes afrontará el reto de convencer a los inversores de su proyecto basado en ahorros de costes y mayor eficiencia. Bankia espera poder reflejar las sinergias resultado de la integración en los resultados de 2012 o 2013, prevé incrementar el rendimiento que obtiene de cada cliente y aspira a lograr un ratio de capital principal de entre el 9,6% y el 10,1%.

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