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Columna
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Lagarde, la solución errónea para el FMI

Salvo sorpresa de última hora, parece que los accionistas del Fondo Monetario Internacional cometerán el error de elegir a Christine Lagarde, ministra francesa de Finanzas, director gerente de la institución. Probablemente es demasiado tarde, pero deberían pensárselo dos veces.

La fuerte participación del FMI en el proceso de rescate de la zona euro fue polémica desde el principio. El Banco Central Europeo, y algunos miembros de la zona euro -incluida irónicamente Francia- inicialmente se opusieron o se mostraron renuentes a solicitar la ayuda de la organización. Y como el desastre de la deuda de la zona euro se ha hecho más evidente, algunos miembros del consejo del FMI están cuestionando el tamaño de su compromiso. Puede llegar un momento en que el FMI necesite reexaminar su papel en Europa. ¿Se puede confiar en Lagarde, que ha sido parte interesada en la crisis desde el principio, para tomar decisiones justas y equilibradas en la acción del FMI?

El FMI es también, y debería ser, un lugar de intenso debate intelectual sobre la dirección de las políticas económicas. Es difícil ver a Lagarde formando un punto de vista sobre el deseable nivel de inflación, un debate que inició hace un par de años el economista jefe del FMI Olivier Blanchard. O dirigiendo ligeramente la organización lejos del consenso de Washington, como hizo Strauss-Kahn. Esto no quiere decir que el jefe del FMI deba tener una ideología ciega, tratando de forzar la realidad a sus ideas preconcebidas. Pero puntos de vista fuertes e ideas originales, sí. En cuatro años como ministra de Finanzas, Lagarde apenas ha opinado sobre desequilibrios financieros, la política monetaria china o los controles de capital, temas cruciales para su futuro cargo.

Por último Lagarde deja el déficit presupuestario de Francia en el mismo estado que Portugal, a pesar de que aún disfruta de los mismos ratings de Alemania. ¿Es la mejor colocada para llamar a la zona euro a cumplir con una estricta disciplina fiscal? ¿Y podrá recusarse en el improbable, pero no imposible, caso de que un día Francia tenga que recurrir a la ayuda del FMI?

Lagarde sin duda no será el peor gobernante que ha tenido el FMI. Pero en el momento actual, la institución necesita más que un aceptable candidato de consenso.

Pierre Briaçon

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