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Columna
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La boda de oro rusa

El multimillonario ruso Mikhail Prokhorov, evidentemente, sabe fabricar dinero. Su último proyecto, la fusión de Polyus Gold con una importante empresa internacional dedicada a la extracción del oro, podría incrementar su fortuna de 18.000 millones de dólares. Una unión podría dar a Polyus la experiencia occidental y mejorar su perfil entre los inversores internacionales. Eso incrementaría el valor del 40% que Prokhorov tiene en Polyus e incrementar sus opciones futuras para transformarlo en efectivo.

Pero, ¿puede llevar a cabo un proyecto así? En los últimos meses, Prokhorov ha insinuado una posible fusión antes de finalizar el año. El periódico ruso Vedomosti añadió leña al fuego de la rumorología citando tres compañías con las que se supone que Prokhorov está en negociaciones: Newmont Mining, Newcrest Mining y AngloGold Ashanti. Aunque la información fue rápidamente desmentida por las compañías.

Una alianza con una empresa internacional no es algo descabellado. La mejor carta rusa es el tamaño de sus reservas. Aunque ocupe el puesto 11 en el ranking de minas de oro del mundo en términos de producción, es la cuarta del mundo en reservas disponibles. Esta es una gran ventaja para las grandes empresas mineras internacionales que se ven obligadas a buscar nuevas reservas. Pero en ese sentido, se plantean dos problemas. Por una parte, la empresa internacional tendría que asumir los riesgos de gestión y políticos del país. Y, de otro lado, el precio podría suponer también otro importante obstáculo.

Gracias, en parte, a la especulación de la fusión, Polyus se cotiza ahora a un 20% más a las mineras internacionales. La necesidad de mejorar la gestión de la empresa se suma al interés de Prokhorov por una potencial alianza. Pero también se traduce en una posición difícil para negociar a sus potenciales socios extranjeros.

George Hay

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