FCC dará en su junta un giro a la estrategia financiera
El fortalecimiento de la estructura financiera se ha convertido en prioridad para FCC. En su tarea de recortar deuda y diversificar las fuentes, trabaja en aminorar el peso de la banca española y primará la captación de capital a través de bonos simples.
El consejo de FCC lleva a la junta de accionistas que se celebra esta tarde en Barcelona la petición de un mayor margen para emitir valores de renta fija: se triplica el actual límite de 500 millones, hasta un techo de 1.500. Se prevé que el bono simple sea la herramienta más utilizada.
A partir de aquí arranca todo un plan para cambiar la foto fija de la deuda, según fuentes cercanas a la empresa, sometiendo al máximo control las grandes inversiones. La colocación de bonos persigue el efecto de reducir la dependencia respecto a la financiación bancaria y alargar los plazos de vencimiento. Además, desde la dirección financiera que dirige Víctor Pastor se va a hacer hincapié en la captación de financiación local y en moneda del país -para evitar el riesgo del tipo de cambio- en cada uno de los lugares donde se consiga un contrato. El objetivo es menguar la exposición de los créditos de la compañía a los bancos españoles. Fuentes del mercado afirman que FCC debe el 60% de su deuda a entidades de este país.
A la política de bonos y la llamada a bancos internacionales, FCC suma un tercer pilar en su estrategia: el incremento de la financiación sin recurso a la matriz a través de una intensificación en el uso del project finance.
Ratios
El grupo que controla Esther Koplowitz cerró 2010 con una deuda financiera neta de 7.748 millones. De esa cifra, el 64% tiene como garantía a la propia FCC. El ratio de deuda neta con recurso frente al Ebitda es de 3,62 veces. Una cota que la empresa pretende limar hasta menos de tres veces.
El camino para lograrlo, según ha expresado el presidente Baldomero Falcones en una reciente convención de directivos de FCC, es la mejora en los márgenes de rentabilidad y la reducción de la deuda neta por debajo de los 7.000 millones.
Para alimentar el rendimiento del Ebitda sobre las ventas (11,8% en 2010) resulta básica la mejora gradual del mismo en el área de servicios medioambientales, el desarrollo del negocio de energía y una cuidada selección de países y contratos en la actividad de construcción. Esta última división tiene el mandato de apostar por trabajos con rentabilidades de doble dígito a pie de obra y generación inmediata de caja. A todo ello se añade la insistencia en el control del circulante.
A la caza de nuevos ingresos y ahorro
Los nuevos retos financieros del grupo FCC coinciden con un momento de cierta tranquilidad con la banca. El grupo refinanció el año pasado su mayor crédito (1.287 millones), carece de vencimientos destacados en 2011 y cuenta con 3.400 millones entre la caja y las líneas de crédito disponibles. La venta de activos puntuales (cementeras en EE UU, una serie de inmuebles o activos en el área de servicios) resultará clave en 2011 para alimentar el beneficio y amortizar créditos.Pero no todo pasa por mantener a raya la deuda. Falcones insiste en que la facturación internacional debe alcanzar una cota del 60% sobre la cifra total, frente al 45% actual. También impulsa la gestión centralizada de compras y persigue nuevas sinergias en el grupo. Un reciente ejemplo es el reagrupamiento de 10 filiales en la nueva FCC Industrial, para la que se prevén unas ventas de 500 millones en 2011 frente a los 300 millones que sumaron por separado el año pasado.