Gamesa cuantifica en 10 millones el coste de su ajuste industrial en España
El presidente de Gamesa, Jorge Calvet, anunció ayer en la junta de accionistas del grupo eólico que su plan de ajuste industrial en España -pasar de una capacidad instalada de 2.200 MW a otra de 1.000 MW, si no hay un cambio en el marco regulatorio- tendrá un coste de diez millones en su balance de este ejercicio.
Gamesa ha cerrado su planta de Alsasua (Navarra), ha reducido la capacidad de las instalaciones de Somozas (Galicia) y tiene en marcha tres expedientes de regulación de empleo en otros tantos centros en el país. La corporación de energías renovables, que en el primer trimestre de este ejercicio ha obtenido el 100% de su facturación en los mercados exteriores, padece en España "la ralentización, hasta paralizar su crecimiento", del sector eólico, por "decisiones erráticas y confusas" del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero", según manifestó.
Calvet reiteró la crítica a los procesos de adjudicación de parques eólicos en algunas autonomías -en los que Gamesa no ha conseguido ni un solo megavatio, pese a su presencia fabril en esos territorios-, e insistió que España tiene capacidad para acoger el doble de capacidad eólica en base a los centros de aerogeneradores ahora en funcionamiento.