La Bolsa y la prima de riesgo reaccionan al resultado de los comicios
El riesgo país supera los 240 puntos por el temor a un déficit autonómico mayor del previsto.
El resultado de las elecciones en España añade una nueva dosis de incertidumbre a unos mercados frágiles, marcados por la indefinición y la ausencia de negocio. La escalada reciente de la prima de riesgo de España revela la inquietud que genera el futuro de Grecia pero en gran medida también refleja el miedo a que se destapen agujeros fiscales mayores de lo esperado en aquellas autonomías con cambio de gobierno. De ahí que resulte clave esta semana el veredicto que hagan los inversores del resultado de los comicios.
Las agencias de rating ya han puesto el ojo en las comunidades autónomas y Cataluña, región que sufrió un cambio de gobierno en noviembre de 2010, recibió la semana pasada un tirón de orejas. Standard & Poor's ve "muy difícil" que sea capaz de cumplir con la consolidación fiscal delineada en los pactos presupuestarios con el Estado, motivo que le llevó a bajar la calificación de Cataluña de A+ a A.
En este contexto, la prima de riesgo de España alcanzó los 243 puntos básicos la semana pasada, afectada también por el futuro de Grecia, y está por ver si los mensajes políticos que se lancen hoy consiguen o no suavizar ese diferencial. En definitiva, mitigar el creciente miedo de los inversores extranjeros a que el Estado no logre cumplir sus objetivos de déficit por culpa de las autonomías.
La semana también mantendrá a Grecia en el centro de atención, a la espera de noticias sobre su futuro, además de algunos indicadores como el índice manufacturero de Richmond de mayo, los pedidos de bienes duraderos o la segunda revisión del PIB del primer trimestre en Estados Unidos, datos que ayudarán a ver si este país se ralentiza como han sugerido los indicadores recientes, otro motivo que ha frenado a las Bolsas.
El problema es que las dudas a más largo plazo mantienen a los inversores alejados. La incertidumbre respecto al resultado del consejo de la UE del próximo 24 de junio, las pruebas de esfuerzo a los bancos, el fin del programa de expansión cuantitativa de la Fed y la previsible batalla entre la Casa Blanca y el Congreso de Estados Unidos para incrementar el techo legal del gasto explican la indefinición de las Bolsas, más aún ahora que ya no cuentan con la referencia favorable de los resultados empresariales.
"Hemos entrado en fase de indefinición. No veo grandes subidas ni bajadas", comenta Juan José Fernández-Figares, de Link Securities.