El PP refuerza sus principales feudos, gana en Castilla-La Mancha y recupera Baleares
El mapa autonómico se tiñe de azul. El PP afianzó su poder en feudos como Madrid, Comunidad Valenciana o Murcia. Además, ganó por primera vez en Castilla-La Mancha y recuperó Baleares. También venció en Extremadura y Aragón, aunque el PSOE lograría la mayoría pactando con otros partidos.
Noche plácida en la calle Génova de Madrid. Los resultados que iban llegando al cuartel general del PP de las elecciones celebradas ayer en 13 comunidades desataron la euforia. La formación liderada por Mariano Rajoy logró dar un vuelco electoral en Castilla-La Mancha, uno de sus principales objetivos. El triunfo del PP representa la debacle del PSOE, que sufrió una de sus noches más amargas al perder en todas las comunidades autónomas.
Al cierre de esta edición y con más del 90% de los votos globales escrutados, el mapa autonómico se ha teñido de azul. El PP revalidó su victoria en los territorios en que ya gobierna: Madrid, Comunidad Valenciana, Murcia y Castilla y León y La Rioja. Recuperó el poder en Baleares y ganó en Cantabria. También venció en Aragón y Extremadura, donde el PSOE tendría opciones de gobernar si pactara con otras fuerzas políticas.
En la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre repetirá como presidente tras lograr su victoria más amplia. Aguirre arrasó. Con el más del 90% escrutado, el PP logra 72 escaños y la mayoría absoluta. Tomás Gómez, el candidato socialista que ganó las primarias frente a Trinidad Jiménez obtendría 36 escaños, seis menos que los logrados por Rafael Simancas. El candidato de Izquierda Unida, Gregorio Gordo se quedaría con 14 representantes. La gran revelación fue Unión Progreso y Democracia (UPyD), que logró superar la barrera del 5% de los votos y entrará en la Asamblea de Madrid con ocho escaños.
Sin embargo, el PP ya daba por descontado el triunfo de Aguirre. Más nervios hubo en Castilla-La Mancha. Con el 93% escrutado, el PP lograría la mayoría absoluta y alcanzaría 25 escaños por 24 del PSOE de José María Barreda. Los socialistas gobiernan ininterrumpidamente desde las primeras elecciones democráticas, en 1983. Así, María Dolores de Cospedal se convertirá en la próxima presidenta de Castilla-La Mancha.
La alegría popular también se vivió en las Islas Baleares, donde el PP recuperará el poder al lograr 35 escaños. Así, José Ramón Bauzá se perfila como el próximo presidente balear y evitará que Francesc Antich repita mandato.
Otro cambio de poder podría producirse en Cantabria, donde con el 90% de los votos escrutados, el PP obtenía 20 diputados por 12 del Partido Regionalista de Cantabria y siete del PSOE. Con este resultado, el PP alcanzaría la mayoría absoluta pero bastaría que un escaño cambiara de partido para hacer factible un nuevo pacto PRC y PSOE.
En Extremadura, con el 95% de los votos escrutados, el PP ganaría las elecciones y se quedaría a solo un escaño de la mayoría absoluta al alcanzar 32 escaños. Sin embargo, como en el caso de En cualquier caso, la victoria del PP en Extremadura es histórica, ya que, como en Castilla-La Mancha, siempre ha gobernado el PSOE.
A diferencia del PSOE, el PP logró revalidar el poder en todos los territorios que gobernaba. En la Comunidad Valenciana, los casos de corrupción que afectaron a los dirigentes populares no se trasladaron ni afectaron en los comicios electorales. El PP, con un 91% de los votos escrutados, lograría 54 escaños y revalidaría así la mayoría absoluta. Francisco Camps será de nuevo presidentes.
En Castilla y León se siguió el guion de la Comunidad Valenciana y el PP logró nuevamente la mayoría absoluta con 53 escaños, cinco más que en las anteriores elecciones. En M Murcia y La Rioja, los populares también lograron la mayoría absoluta. En Canarias, el PP también fue la fuerza más votada aunque empató en escaños, 21, con Coalición Canaria. En Navarra, la sorpresa fue Bildu que entra en el Parlamento con siete escaños. En cualquier caso, UPN volvió a ganar las elecciones con holgura y revalida la mayoría absoluta.
Desde Ferraz entienden que estas elecciones suponen un serio aviso para los comicios generales que se celebrarán dentro de un año. Y para el PP, los resultados de ayer son el preludio de la victoria.