Se acabó el cadmio en la bisutería
Unas 238 toneladas de un metal carcinógeno como el cadmio llegan a Europa bajo la inocente apariencia de bisutería, con las personas más jóvenes o con menos recursos como principales destinatarias de la peligrosa mercancía. La Comisión Europea ha decidido hoy prohibir esa importación a partir del próximo mes de diciembre.
La industria joyera europea, según Bruselas, apenas utiliza ya el cadmio como material de aleación o soldadura, pero su uso está bastante generalizado en países de los que Europa importa joyas y, sobre todo, bisutería, como Turquía, China o Tailandia. En alguno como India, la presencia de cadmio en una pieza incluso se consideraba hasta hace poco como señal de calidad.
Bruselas considera que esas importaciones suponen una amenaza para los consumidores europeos, sobre todo, los niños, porque el cadmio resulta peligroso "al contacto con la piel o con la lengua".
Aparte de la salud, la medida puede tener consecuencias en la estructura del mercado, porque el valor de las importaciones de bisutería aumentaron un 43% entre 2003 y 2007 mientras la producción europea solo lo hizo en un 3%.
Los principales vendedores de bisutería en Europa al final de ese período eran China (41%), Tailandia (6%), Hong Kong (4%) e India (3,2%), según el estudio de impacto que ha servido de base para la decisión de la Comisión.
El estudio calcula que las 80.000 toneladas de joyería importadas en 2007 (casi el doble que en 2003) trajeron incorporadas unas 273 toneladas de cadmio. La mayor parte, en la bisutería (238 toneladas de cadmio en 70.000 toneladas) y el resto en piezas de alta gama (35 ton. de cadmio en 10.000 toneladas).
En España, según ese estudio, el consumo per cápita de bisutería es de unos 6,8 euros al año. en línea con países como Italia (7), Portugal (6,8) o Suecia (8,1), pero lejos de Francia (12,6) o Luxemburgo (22,1).
(La prohibición aprobada hoy también afecta al uso del cadmio en plásticos y barras de soldadura. a UE ya prohibió la utilización del cadmio en algunos plásticos a partir de 1992 y limita su uso en pilas y productos electrónicos desde 2004).