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Clima de cambio

Rabat ofrece reformas a cambio de inversión

Insta a la empresa española a participar en un plan de 1.100 millones

Envueltos en el clima de cambio que recorre el norte de África, los dirigentes marroquíes se afanan en revitalizar un eslogan que ellos acuñaron hace varias décadas: "La excepción marroquí". La consigna diferenciadora con el resto de sus vecinos del Magreb se sustentaba en un contexto político más estable, de vocación democrática, con la amenaza islamista más contenida y un potencial económico aún por explotar. Durante la década de los noventa, sus esforzados gestos de aperturismo político y un largo proceso de reformas económicas auspiciadas y bendecidas por el FMI culminaron en acuerdos de libre comercio con la UE y EE UU.

"Vamos a ser los primeros de la clase", sentencia el ministro de Industria, Ahmed Chami, aludiendo a los nuevos retoques en la Constitución anunciados por el rey Mohamed VI hace apenas dos meses en respuesta a las reclamaciones populares. Con un crecimiento estable de su PIB del 5% en la última década, aspiran a cuadrar la ecuación paz social y dinamismo económico. El Pacto Desarrollo Industrial, un ambicioso plan a seis años (2009-2015) que cuenta con participación privada y una dotación total de 12.400 millones de dirhams (1.100 millones de euros), es la piedra angular. El objetivo es atraer la inversión extranjera para "desarrollar una actividad industrial de mayor valor añadido", según el ministro de Economía, Salaheddin Mezouar. Esperan aumentar su PIB industrial en 4.400 millones de euros y generar 220.000 empleos. Marruecos tiene una tasa de paro del 9,1% sobre una población activa de 15 millones.

Automoción y electrónica

El plan define cuatro sectores estratégicos: automoción, aeronáutica, electrónica y offshoring (deslocalizaciones). El Gobierno marroquí rindió cuentas tras el segundo año de ejecución en un congreso industrial celebrado en Casablanca al que asistió el Banco Mundial. Unos 15.000 empleos y un aumento de la inversión extrajera en 2010 de más de un 70%. España, detrás de Francia, el segundo socio comercial de Rabat, incrementó sus inversiones un 76%, según fuentes marroquíes. Por sectores, las exportaciones también crecieron. Destaca la automoción con un aumentó en un 50%. La puesta en marcha el año que viene de la macrofactoría de Renault en la zona franca de Tánger es un polo de atracción. Empresas españolas de fabricación de componentes como Grupo Antolín o Markinde ya tienen presencia allí. La exportación española a Marruecos aumentó en 2010 un 11,9%. Una cifra de 3.500 millones de euros que solo supone un 1,9% del total, pero supera a otros destinos como Argentina o México.

Aliciente para la inversión

El plan se completa con la construcción de 24 parques integrados. Como la plataforma industrial Casanearshore, donde la norteamericana Dell ha instalado su mayor centro de offshoring. Los incentivos fiscales y el coste cero en tasas arancelarias con Europa y EE UU son una de los mayores reclamos para el desembarco de las empresas en Marruecos. Las zonas francas cuentan con exenciones del pago del impuesto de sociedades durante los cinco primeros años y los 20 siguientes se les aplica un 8,75%, un tipo muy inferior al 22% de media de la UE.

La localización estratégica como puerta a África, "el nuevo motor de la economía global", según McKinsey, y los bajos costes laborales redondean la atrayente oferta. El salario mínimo son 0,7 euros la hora. Unos 200 mensuales. El Gobierno ha acordado con los sindicatos una subida del salario mínimo del 15%, muy superior a la tasa de inflación cercana al 2%. "Nunca subir el salario es peor para la competitividad. Es bueno para las empresas porque aumentará el consumo", argumenta el ministro de Economía, Salaheddin Mezouar.

La transparencia y la lucha contra la corrupción son las cuentas pendientes del reino alauí, como recuerda el Banco Mundial. La economía informal en Marruecos genera el 17% del PIB, según el Icex. La receta del ministro de Industria, Ahmed Chami, pasa por las nuevas tecnologías. Han creado un sitio web donde las empresas pueden denunciar los casos de corrupción. La tasa de penetración de internet por hogar en Marruecos es del 30% y son un 40% las empresas que cuentan con un sitio web.

Subida de los costes laborales

Unas 1.000 empresas españolas ya están instaladas en Marruecos. La reducción de costes logísticos y laborales (un 88% más baratos que en España) son la principal atracción. "Estamos a 24 horas en camión", recuerdan desde Doga, empresa de componentes de automoción. La pronosticada subida del 15% del salario mínimo no parece que vaya a ser un inconveniente. Edonia World, la constructora española que participa en la creación del parque industrial de Kenitra, no se inmuta ante el incremento del precio de la fuerza de trabajo. "Sigue estando por debajo de nuestros competidores", afirma Javier Navarro, responsable comercial del proyecto. Enrique Egea, director general de Roca, una de las veteranas con 16 años en el país, es de la misma opinión. "La subida nos supone un aumento de costes del 1,5%, nada más".

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