Las cajas europeas piden cambios en Basilea III para no frenar el crédito a las pymes
Las cajas de ahorros europeas, que representan una tercera parte del sistema financiero del continente, reclaman a los parlamentarios europeos una serie de cambios en la norma sobre capital de Basilea III. Estas entidades financieras advierten de que esta norma penaliza a la banca minorista frente a la banca de inversión, pese a que la primera "no está en los orgienes de la crisis financiera". Las más perjudicadas serán las pymes, que tendrán más difícil obtener financiación nuevamente.
En una declaración realizada en la última junta de la Asociación Europea de Cajas de Ahorros (AECA) celebrada el pasado 6 de mayo en Varsovia, y que ha sido enviada a los parlamentarios de la Unión Europea, estas entidades reivindican su "papel vital" en la economía europea y consideran que han sido, junto al resto de la banca minorista, "uno de los principales estabilizadores durante a crisis financiera". "Basilea III no debe penalizar a los modelos de la banca que demostraron su resistencia durante la crisis", afirma esta asociación.
Reclaman la "pluralidad" de instituciones financieras, algo que consideran que "se está convirtiendo en peligro de extinción" con Basilea III. Pero sobre todo, advierten del peligro que Basilea III puede causar a la financiación a pymes y familias, alegato en el que la banca minorista lleva insistiendo desde hace tiempo, pero que pese a ciertos ajustes que se han realizado a lo largo del proceso de negociación de esta norma no ha terminado de convencer a todas las entidades financieras, según se desprende de las quejas de las cajas europeas.
Estas entidades, con un peso muy significativo en Alemania y España, también alertan de las dos normas de liquidez que se establecen en Basilea III. Creen que las nuevas exigencias de un ratio de liquidez a corto plazo "puede tener efectos significativos sin precedentes". Por ello, reclaman que se reconsidere la influencia que tiene en la redacción actual de Basilea III la deuda soberana sobre el ratio de liquidez. Fuentes de las cajas aclaran que cuando se redactó la norma el peso de la deuda soberana sobre los balances de los bancos y cajas no era tan elevado como ahora, razón por la que habría que revisar el nuevo ratio ya que en los últimos tiempos las peticiones de los Gobiernos a la banca para que invierta en deuda soberana se ha acrecentado considerablemente. La influencia de estos ratios de liquidez en la estrategia de la banca minorista "podrían poner en peligro la capacidad de nuestros miembros (las cajas) para financiar a las pymes", asegura la AECA en su declaración.
Las cajas también consideran "peligroso" para el sector bancario en general y para la financiación a la economía real en particular, el hecho de que la Comisión Europea pretenda desarrollar Basilea III a través de un reglamento. Consideran que esta fórmula es más estricta que una directiva al impedir a los distintos países incorporar cierta discrecionalidad en la norma, algo que si se puede hacer si la transposición se realiza solo con una directiva. Un reglamento "puede poner en peligro una adopción satisfactoria del marco para el sector bancario muy diversificado en Europa". Y esperan que con la nueva regulación "no se conviertan en víctimas de las iniciativas" del nuevo reglamento.
También reclaman que Basiela III se aplique por igual en los bancos europeos como de EE UU, ya que de lo contrario se crearían cierta discriminación competitiva. En esta declaración tampoco olvidan hacer referencia a la excesiva regulación que se está poniendo en marcha, lo que representan costes directos en las políticas de bancos y cajas y una elevada carga administrativa por la complejidad en la presentación de los informes.
La AECA también hace referencia en su informe a la SEPA o sistema de pagos europeo. Considera que la desaparición del pago interbancario (el que se realiza entre entidades financieras) len el sector perjudicará a los clientes, que serán al final los que tendrán que hacerse cargo del cobro de estos servicios que ahora también se pagaba entre entidades con una subida de las comisiones. La desaparición del pago interbancario entre entidades "no hará sino aumentar la base de precios al consumidor", aseguran las cajas europeas.