La delgada línea roja del Ibex
Quizás nadie le haya advertido pero el Ibex pende de un hilo, o mejor dicho de una línea, y cada día que pasa es más fina
Quizás parezca exagerado pero, si hay algo que debemos aprender cuando nos metemos en un océano de tiburones es a tenerlo todo bajo control, hasta la más pequeña línea. Solo así podremos mantenernos con vida. Como nos enseña Warren Buffett, "para invertir sigo dos normas, la primera es no perder dinero y la segunda nunca olvidar la primera".
Antes de pasar a ver el gráfico, una pequeña lección de chartismo y sus figuras técnicas: Todos los gráficos son fractales. O lo que es lo mismo, sirven para cualquier espacio de tiempo. Igual funcionan en un gráfico intradía que en uno de largo plazo de 10 años. ¿Se imagina que fueran diferentes según el tiempo transcurrido?. No sería funcional, y apenas se usaría.
Si miramos el gráfico del largo plazo de nuestro selectivo desde el comienzo de esta interminable sucesión de crisis en 2007, podremos trazar una línea directriz desde los mínimos ascendentes para dibujar el canal inferior (línea blanca inferior). De la misma forma trazamos otra línea desde los máximos descendentes (línea blanca superior) y nos aparecerá la figura. Un triángulo simétrico, que difiere del que esta construyendo en el medio plazo, el cual vimos que era ascendente (mínimos ascendentes y máximos atascados en el mismo nivel).
Triángulo simétrico
Esta clase de triángulos nos son tan fiables como los ascendentes, es más nos informan de incertidumbre, no se sabe por dónde tiene intención de salir el mercado y sólo cuando rompen por un lado sabremos hacia que dirección debemos invertir. Hasta ahí todo claro. En el momento de la ruptura suelen tener un violento movimiento, bien sea al alza o a la baja y si fracasa los siguientes días de la ruptura, se vuelve a meter dentro y sale por el lado contrario.
Pero, ¿qué pasa cuando rompen y no salen violentamente como dice el chartismo?. Pues se puede ver en el gráfico de nuestro selectivo. Se mueve en una peligrosa línea recta que puede producir vértigo al inversor y venirse abajo de manera súbita. Cuanto más tiempo pase peor y menos posibilidades de que salga hacia arriba. De ahí que al Ibex no le quede mucho tiempo antes de que aparezca el vértigo por la falta de ruptura.
Esta línea la podemos trazar en el mismo vértice del triángulo. Es la zona a vigilar y si la rompiera súbitamente a la baja nos obligaría a cerrar posiciones alcistas más pronto que tarde o nos podría coger la caída súbita que le llevaría bastantes puntos hacia abajo. Está en los 9.900 puntos, y no conviene olvidarlo. Si, como nos señala muy certeramente Cárpatos en sus análisis diarios sobre las causas de los movimientos de las Bolsas, en tres semanas se acaba en EE UU el lanzamiento de dólares desde el helicóptero, muy atentos a esas fechas y a la zona donde estemos.
De momento el Ibex se apoya sobre la directriz superior del tríangulo, pero si perdiera los 9.930 puntos ya estaríamos sobre la delgada línea roja.