Grecia, inversión de alto voltaje
Comprar deuda del estado siempre había sido visto como una inversión segura que a cambio te daba escasos intereses. Hoy las tornas han cambiado, y Grecia es el máximo exponente.La deuda helena se ha convertido en un instrumento financiero de alto riesgo que llega a prometer más de un 24% de rentabilidad, aunque cada vez con más posibilidades de perder parte de la inversión inicial.
Grecia no puede más. Los recortes del estado heleno lejos de reducir el déficit estatal se destinan casi íntegramente al pago de los cada vez mayores intereses exigidos a su deuda. Los mercados financieros no dan tregua y la situación lejos de mejorar, empeora día a día. La realidad ha demostrado que la vuelta a los mercados a un coste razonable, que preveían UE y FMI, tras la expiración del rescate financiero en 2013 es una quimera. Bruselas ya prepara un segundo plan de ayudas que, sin embargo, los analistas consideran insuficiente. La mayoría de los expertos consultados consideran que ya no sirven los parches, la quita está asegurada.
"Es el momento de que los particulares empiecen a pagar sus responsabilidades. No se puede tratar a la gente como si fuese idiota y decirle que no va a pasar nada", afirma José Carlos Díez de InterMoney. Esta idea lleva implícita la temida reestructuración de la deuda. De hecho, es el propio mercado de bonos el que ya prevé recortes que van del 40 al 50% del principal. "El que invertía aquí sabía a lo que se enfrentaba. El riesgo griego ya lleva tiempo disparado", afirma con contundencia Luis Benguerel de Interbrokers. La realidad apoya estas afirmaciones. En julio de 2010, un par de meses después de que se aprobase el rescate de 110.000 millones de euros, ya se auguraban descuentos cercanos al 30%.
El riesgo de comprar deuda periférica
A pesar de estas previsiones, desde Bruselas se niega que los particulares vayan a ser castigados. Las posibilidades son una rebaja de tipo o un eventual aplazamiento de pagos, pero siempre con cargo al préstamo concedido por la UE y el FMI. Esta situación puede llevar a que algún particular ávido de oportunidades para ganar dinero fácil se plantee la entrada en un mercado como el de los bonos helenos. El pastel es sugerente, intereses de más del 25% con pago trimestral. Todo ello en unos tiempos en los que el depósito más generoso a duras penas llega a ofrecer un 4%.
"Yo desde luego no metería mi dinero" La respuesta de José Carlos Diez es rotunda. Para él, el mercado de la deuda periférica se ha convertido en un lugar en el que solo se debe de operar bajo el paraguas de profesionales que sepan especular. Una inversión de alto voltaje que solo los muy experimentados saben gestionar, esos que en el argot denominan "fondos buitre". "Actualmente lo que está en juego no es recibir más o menos intereses, si no perder todo. Desde luego, Alemania no va a ser quién pague toda esta fiesta", explica meridianamente.
Aunque el descuento parezca inevitable, algunas voces todavía hablan la posibilidad de sustituir la quita por "una reestructuración blanda". El objetivo sería cambiar a los acreedores, previo acuerdo voluntario con ellos, los bonos por nuevos productos financieros con vencimientos superiores. "Esta fórmula permitiría que los bancos europeos, que tienen gran parte de la deuda, no tuviesen que aprovisionarse pérdidas y así evitar se recapitalizados. Además de conseguir evitar el pánico de los inversores extranjeros que tienen casi el 50% de los bonos problemáticos", explica un operador. Aunque puntualiza que esto solo sería posible en el escenario más positivo, ya que hay imponderables que pueden dejar insuficiente este plan.
La incógnita que se plantea es saber cuando se despejará el futuro de los inversores. La reunión que el próximo lunes 16 tendrá el Ecofin parece que incrementará el plan de rescate pero la solución definitiva no llegará por lo menos hasta 2013. Para entonces se habrá conseguido el superávit primario, antes del pago de intereses, y ya se habrá visto el efecto de las nuevas reformas puestas en marcha. Entonces se podrá ver cuál es el crecimiento nominal del país y evaluar el nivel de deuda sostenible para el país. Un nivel que desde luego pocos apuestan a que permita pagar a todos los que han depositado su confianza en los bonos griegos. Ahí será cuando aparezca la tijera, eso si previo consentimiento de a UE y el FMI