EPA: ¿qué hay de nuevo?
El viernes se hicieron públicos los nuevos datos de la EPA sobre la situación del mercado de trabajo español en el primer trimestre de 2011. La nota de prensa del INE muestra un descenso en el número de ocupados en 256.500 personas, y el número de parados roza los cinco millones. Es un dato malo sin paliativos, y revela que la economía española no muestra signos, ni siquiera leves, de recuperación.
Para poder evaluar los cambios producidos en este primer trimestre, es importante comparar la situación actual no con la del trimestre anterior, donde el contexto estacional es muy diferente, sino con la del mismo trimestre de 2010. Valga para ello recordar que en abril de 2010, cuando se difundieron los datos de la EPA del primer trimestre, existió bastante consenso en aceptar que los datos reflejaban una situación muy grave, con una tendencia muy negativa, al observarse pérdidas de empleo muy superiores a las observadas en trimestres anteriores.
En este contexto, al comparar las cifras de este trimestre con las del mismo periodo de 2010, hay algunos aspectos que merecen ser destacados. Si atendemos en primer lugar al cambio en la ocupación, el número total de ocupados ha descendido incluso en mayor medida en este trimestre que en el mismo de 2010 -en concreto se han perdido unos 4.000 empleos más-.
Además, si se compara la pérdida de ocupación según distintos colectivos, hay dos datos que llaman poderosamente la atención. El primero se refiere a la pérdida de ocupación de los asalariados por tipo de contrato: en este primer trimestre de 2011, unos 200.000 asalariados han perdido su empleo, de los cuales 140.000 tenían un contrato indefinido y 54.000 tenían un empleo temporal. Al comparar esta situación con la de hace exactamente un año, se observa que la pérdida de empleo asalariado en el primer trimestre de 2010 fue de 240.000 personas, pero la composición de esta pérdida fue radicalmente diferente: 165.000 trabajadores tenían un contrato temporal frente a 75.000 trabajadores con contrato indefinido. Se ha invertido el colectivo más afectado por la pérdida de empleo según el tipo de contrato. Esto nos lleva a la conclusión de que la crisis está afectando cada vez con mayor intensidad a los trabajadores con contratos indefinidos, a pesar de que en principio están mucho más protegidos contra el desempleo que los trabajadores temporales por la diferencia en costes de despido a favor de los primeros. Esto se debe al menos parcialmente a que gran parte de la destrucción del empleo temporal ya ha tenido lugar en trimestres anteriores, y sin embargo, ante la falta de expectativas positivas de actividad en el futuro inmediato la recesión termina por afectar también a los que en principio gozan de mayor protección contra la pérdida del empleo.
El segundo dato que merece la pena destacar es el cambio en número de ocupados según el tipo de jornada, parcial o completa. En este primer trimestre, el empleo a tiempo parcial aumenta en 91.000 personas, mientras que el empleo a tiempo completo desciende en 350.000. En el primer trimestre de 2010, el número de ocupados a jornada parcial descendió en 19.000 personas mientras que el número de ocupados a jornada completa descendió en 232.800 trabajadores. En consecuencia, en este trimestre se han destruido 100.000 empleos a tiempo completo más que en el mismo trimestre del año pasado, cuando la destrucción de empleo global ha sido parecida, diferencia que es casi de la misma magnitud que el aumento observado en el número de ocupados en jornada parcial. Este dato revela la existencia de una clara sustitución de empleo a tiempo completo por empleo a tiempo parcial, cuya razón debe buscarse en el reciente plan de choque aprobado por el Gobierno para luchar contra el paro juvenil. Podemos estar ante la creación de una nueva condición de trabajador precario, a añadir a los trabajadores con contratos temporales, que se compone de trabajadores a tiempo parcial involuntario -no trabaja a tiempo completo porque NO lo encuentra-.
Para terminar esta valoración, vaya el último comentario sobre los datos que el viernes se hicieron públicos: La población activa disminuye en casi 43.000 personas, mientras que en el mismo trimestre de 2010 aumentó en 34.000. ¿Por qué decrece la población activa? En primer lugar, porque muchos inmigrantes parecen haberse marchado, y en segundo lugar porque muchos parados, desanimados, han dejado de buscar empleo activamente ante la falta de expectativas. El descenso en la población activa maquilla los datos del paro, pero revela la falta de expectativas laborales de los trabajadores.
¿Hasta cuándo? Afortunadamente, el siguiente semestre de este 2011 será mucho mejor por la llegada de la época estival, y esperemos que el sector turístico saque a la economía, al menos temporalmente, de la atonía en la que está en la actualidad. Sin embargo, para esperar una tendencia positiva a medio y largo plazo, se necesita algo más que un sector turístico con buenas expectativas.
Sara de la Rica. Catedrática de Economía de la Universidad del País Vasco. Investigadora Afiliada a FEDEA