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Si no se pagan en efectivo no hay retención del 19%

Los dividendos en acciones hurtan a Hacienda 700 millones

La moda de evitar el pago de dividendos en efectivo tiene un elevado coste para el erario público. Hacienda ha dejado de recibir retenciones por valor de 700 millones de euros al no practicarse ingreso a cuenta por las ampliaciones de capital o los pagos en especie.

Bancos y grandes empresas han optado en los últimos trimestres por retribuir al accionista a través de acciones, una fórmula estrenada por Iberdrola y adoptada por la mayoría de la banca. En conjunto, desde finales de 2009, además de la eléctrica, Santander, BBVA, Popular y Sabadell han dejado de pagar a sus accionistas casi 4.000 millones de euros en efectivo, y como consecuencia Hacienda ha dejado de ingresar casi 700 millones en concepto de retención a cuenta.

De hecho, en el último informe de ejecución presupuestaria Hacienda destacaba "un descenso de las retenciones del capital mobiliario en un 20,4%, atribuible en gran medida a la disminución del dividendo en efectivo pagado por las grandes empresas y su sustitución por la entrega de acciones liberadas o la venta de derechos de subscripción, no sujetos a retención".

El sistema más utilizado ha sido el scrip dividend, que han usado Iberdrola, Santander, BBVA y utilizará en la próxima semana Popular. Mediante este sistema, la empresa realiza una ampliación de capital liberada con derecho de suscripción preferente para los actuales accionistas. Posteriormente, les ofrece tres opciones: recibir las acciones nuevas, vender el derecho a la empresa a un precio fijo o vender el derecho en el mercado.

En estos casos, si el inversor opta por recibir las acciones, éstas no están sujetas a retención, como tampoco lo está la venta del derecho en el mercado. Sin embargo, si opta por vender el derecho a la empresa a un precio fijo -que suele coincidir con el dividendo pagado el año anterior-, este pago sí está sujeto a tributación.

En cualquier caso, la mayoría de los inversores opta por recibir las acciones nuevas, con porcentajes que oscilan entre el 86% (Santander) y el 64% (Iberdrola), por lo que el fisco deja de percibir un importante pellizco respecto a lo que habría retenido si se hubiese abonado un dividendo estándar. Santander, por ejemplo, ha dejado de abonar 800 millones de euros en efectivo cada una de los dos dividendos pagados con este sistema, dinero que ha servido para reforzar su capital. El erario público, así, ha dejado de percibir 150 millones en cada uno de estos pagos (el 19%). Con Iberdrola y BBVA las retenciones no realizadas son de 100 millones cada vez, e irán a más teniendo en cuenta los anuncios realizados por las compañías para los próximos meses.

Además de la Hacienda Pública, el accionista también sale perjudicado cuando las empresas eligen el scrip dividend, dado que aumenta el número de acciones de la empresa. Aunque, en teoría, el accionista puede optar por recibir efectivo o acciones, pero si recibe dinero se diluye su participación en la empresa, puesto que el banco imprime acciones nuevas, y el inversor se queda con las que tenía. Por el contrario, si opta por recibir acciones mantiene la participación pero se queda sin dividendo. La fórmula permite a las empresas ahorrar dinero, y así Criteria, Bankinter y Gas Natural han anunciado que aplicarán el mismo mecanismo.

Por otra parte, BBVA, Sabadell y Popular han realizado pagos de dividendo en acciones procedentes de autocartera, que tampoco están sujetas a retención. Por aquí también se le han escapado ingresos al fisco, al menos en el corto plazo. Este dividendo en acciones, en todo caso, priva al inversor de recibir efectivo, pero las acciones que recibe son de nueva creación y no se diluye su participación en el capital de la sociedad.

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