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Tribuna
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¿Puede el PSOE ganar todavía las elecciones?

Poca gente diría que sí dada la prevalencia negativa de algunos de sus hechos durante la legislatura. Sin embargo, bien podría ganarlas. ¿Qué tendría que hacer? Solo aplicar lo que la moderna teoría de sistemas complejos y el sentido común piden en estos momentos: un plan integral con todos los desequilibrios del sistema a la vista y que no serían solo económicos sino sobre todo referidos al sistema de valores producido. Y puede conseguirlo porque todavía no parece haberse presentado en España una metodología integrada y válida para salir de la crisis, lo que requiere dos requisitos tan evidentes como lógicos: saber lo que hay que hacer y cómo hacerlo.

Sobre lo primero, diversos trabajos publicados (Dehesa, Tamames, Recarte , Niño, Aznar…) más una serie de artículos aparecidos (100 economistas, Velarde, McCoy, Piriz, Barea, ATTAC, Fundación Ideas, Intelectuales de izquierda, Círculo de Empresarios...), sobre qué medidas a adoptar para salir de la crisis, superan ya el centenar. Pero dichas propuestas, por una defectuosa percepción epistemológica de la complejidad social, ignoran extrañamente lo más relevante: la confluencia de tres grandes desequilibrios en nuestro sistema (deficiente calidad de vida a causa del paro; escasa competitividad económica por las reformas pendientes de hacer; y merma de riqueza material por dilapidación de recursos monetarios). Y si se ignoran estos tres grandes diferenciales españoles respecto a Europa, es que no se sabe todavía lo que hay que hacer.

Y sobre lo segundo, el cómo hacerlo, o cuál es el método a emplear, este brilla absolutamente por su ausencia, ya que las medidas han sido enunciadas (y bastantes aplicadas) mediante el consabido y repetitivo "hay que…", absolutamente insuficiente al no quedar interrelacionadas dentro de un plan integral diseñado para un horizonte mínimo de 3-4 años y que cuantifique los resultados esperados. De manera que se puede concluir que ni conocemos las medidas básicas a tomar en el plan ni tenemos plan. Solo disponemos de medidas lógica y probadamente inocuas por falta de engarce sistémico y cuantitativo con la totalidad. Ante tamaña aridez teórico-metodológica, el PSOE lo tendría fácil, pues solo tendría que seguir los siguientes pasos:

Primero, formar un equipo multidisciplinar y multiideológico de expertos preparados para generar acuerdos intersubjetivos forzosos (mediante metodologías Delfos). Segundo, acordar si las medidas registradas son todas las que están y están todas las que son, para proceder a sus estimaciones cuantitativas. Tercero, formar el necesario sistema teórico de interrelaciones causales. Y cuarto, simular cuantitativamente el modelo hasta encontrar la solución mejor y más viable para la población del sistema. Así de sencillo y así de claro. Y solo cuando los previsibles resultados cifrados del modelo hayan sido técnicamente consensuados por el equipo es cuando procede:

A) Aparecer en TV y demás medios para presentar el plan.

B) Hacer un llamamiento a la población para apoyar dicho plan y realizar los esfuerzos y sacrificios necesarios, por exigir la situación una especie de sangre, sudor y lágrimas a lo Churchill.

C) Tratar de conseguir un pacto de Estado, pero de no conseguirse, el Gobierno debería seguir adelante con el plan y el apoyo de la población.

D) Convencer a los organismos y mercados de la bondad y necesidad del plan, tratándose en suma de obtener la plena confianza nacional e internacional. Si el PSOE llevara a cabo este plan en el tiempo que le queda (dos, tres meses serían suficientes para presentar el modelo), si lograra esa confianza por la existencia de un plan integral cuantitativamente consensuado y aceptado internacionalmente, podría vencer de nuevo en 2012, dado que tampoco el PP parece estar muy dispuesto a emplear este tipo de metodología.

Y para su mayor facilidad hay que decir que un primer modelo integral, y su plan operativo correspondiente, ha estado ya cuantificado y publicado de forma tentativa y exploratoria, pero suficiente como para, sobre dicha base, emprender la reelaboración de un modelo más acabado y actualizado. Sería una pena que el PSOE, que es quien tiene el poder de implementarlo urgentemente para bien de España, no supiera aprovechar esta oportunidad. Es más, puede encargar el modelo sin riesgo alguno: si se logra, lo presenta; si no, nada pierde. Es un modesto consejo.

Francisco Parra Luna. Catedrático emérito de la UCM

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