Las grandes claves de la recuperación de 2011
La recuperación de la actividad mundial, que se inició en el segundo trimestre de 2009, se ha mantenido en 2010. Las regiones de Asia-Pacífico y América Latina se han puesto a la cabeza de la recuperación, mientras que la eurozona y Estados Unidos se han quedado rezagados. Dentro de Europa, también se observan diferencias notables.
Según nuestras previsiones de consenso, en general se prevé que el ritmo de la recuperación se ralentice en 2011 en relación con 2010, lo que está en consonancia con los recientes indicios en el ámbito de la producción, las ventas y el comercio. Los trágicos sucesos de Japón, que ya afrontaba previsiones de desaceleración antes del reciente seísmo, han introducido importantes elementos de incertidumbre. No obstante, las previsiones apuntan a un crecimiento robusto en Estados Unidos. Crédito y Caución prevé que la economía española recuperará el crecimiento, la actividad en Reino Unido se consolidará y el crecimiento se mantendrá estable en Francia, mientras que en Alemania prevemos una desaceleración más acusada de la actividad. La principal razón que explica la moderación prevista del crecimiento a lo largo de 2011 radica en que muchos de los motores subyacentes de la recuperación económica, como la producción industrial, han perdido impulso en los últimos meses.
Tras una caída de más del 10% en 2009, el comercio mundial registró un fuerte rebote en 2010, con un índice de crecimiento anual en torno al 15%, de acuerdo con las estimaciones de Crédito y Caución. Esta cifra multiplica por más de dos el índice medio de crecimiento de las últimas cuatro décadas y ha contribuido a impulsar el comercio internacional a valores cercanos al máximo de antes de la crisis de casi cuatro billones de dólares estadounidenses.
El crédito bancario se ha quedado rezagado respecto a la actividad de la economía real. Los indicios apuntan a que la caída continuada de los préstamos en la eurozona está afectando especialmente a las pymes que, en comparación con empresas más grandes, dependen muy especialmente de la financiación bancaria.
En 2010 se ha registrado una caída generalizada de las insolvencias en 2010. En Reino Unido, se redujeron notablemente, a un ritmo aproximado del 15% en 2010 en relación con 2009, en consonancia con el repunte del crecimiento económico. En Estados Unidos, las insolvencias se estabilizaron. Se observa un patrón similar en el conjunto de los grandes mercados de la región Asia-Pacífico. El número de insolvencias cayó casi un 20% en Japón, mientras que el ritmo de mejora fue menor en Australia y en Nueva Zelanda. En el conjunto de la eurozona, el panorama es más desigual. Los Países Bajos, con un aumento muy acusado de las insolvencias durante la crisis, al igual que los países nórdicos, registraron una mejora del 8% en 2010. Bélgica y Alemania mantuvieron sus niveles de 2009, mientras que en Francia y en Austria se redujeron. En contraste, el número de quiebras de empresas en los países de la eurozona más afectados por la crisis de la deuda soberana siguió aumentando. En España el alto nivel de insolvencias se estabilizó en 2010, pero en el resto de los países del Sur siguió deteriorándose.
Las perspectivas económicas para 2011 se caracterizan por una desaceleración generalizada del crecimiento respecto a 2010. La recuperación continuada seguirá siendo tímida. En este entorno, Crédito y Caución prevé que, en 2011, Reino Unido y los países nórdicos vuelvan más rápidamente a niveles de insolvencia como los registrados antes de la crisis. En Estados Unidos también se puede producir una caída significativa. Las perspectivas en la eurozona son desiguales. Alemania, que en gran medida escapó de una crisis de insolvencia durante la crisis, seguirá mejorando en 2011. España e Italia, experimentarán caídas de las insolvencias a medida que vayan saliendo de la recesión, si bien sus niveles de riesgo de impago se mantendrán altos.
Crédito y Caución pronostica, en particular para los tres países más castigados por las turbulencias soberanas, Grecia, Irlanda y Portugal, que se mantengan las actuales condiciones difíciles. En definitiva, podemos hablar de una mejoría que no presagia, sin embargo, un retorno inmediato a las benignas condiciones de insolvencia que prevalecieron antes del inicio de la crisis.
Andrés Ohlsson. Director de operaciones de Crédito y Caución