Más libertad para crear más empleo
Las resistencias a modernizar la negociación colectiva, de modo que las empresas españolas y sus trabajadores dispongan de algo tan básico como libertad para, dentro de un marco general, pactar sus relaciones laborales eran previsibles. Lo que resultaba menos esperable, cuando la crisis azota dramáticamente el empleo, era que patronal y sindicatos llevasen las negociaciones con tal lentitud que ya han requerido varias prórrogas a las fechas tope marcadas por el Gobierno antes de legislar por su cuenta. Que el mercado laboral debe desprenderse con urgencia de los grilletes que lo aherrojan solo es discutible desde la óptica de quien tiene otros intereses que el bien general.
La economía española no puede seguir liderando la tasa de paro europea por falta de flexibilidad laboral. Y el desempleo, principal preocupación de los españoles, no puede seguir siendo el primero en llegar cuando las cosas se complican y el último en irse cuando se arreglan. Los presidentes del Consejo Empresarial para la Competitividad se lo han dejado muy claro al presidente de la CEOE: "Es necesaria una reforma profunda y de calado" que posibilite "flexibilizar" el mercado laboral. El Banco de España también es beligerante a favor de los convenios colectivos de empresa y contra las graves rigideces que deshacen el empleo en España. El problema es grave; la solución solo puede ser urgente.