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El fichaje choca con los argumentos utilizados en el pleito contra ACS

Iberdrola cree que la entrada del presidente de BBK en Repsol va contra sus estatutos

El nombramiento del presidente de BBK, Mario Fernández, como consejero independiente de Repsol iría contra los estatutos de Iberdrola, donde está representada la entidad vasca, que es su segundo accionista. Así lo señala el informe encargado por la eléctrica a PwC, firma que también le asesoró en el juicio contra la entrada de ACS en el consejo.

En 2009, en plena batalla para cerrar el paso a su principal accionista, ACS, con un 19% del capital, Iberdrola endureció los motivos de incompatibilidad para el acceso a su consejo de administración. Hasta entonces, el artículo 36 de sus estatutos impedía entrar en el consejo "a las sociedades nacionales o extranjeras del sector energético competidoras, así como a sus administradores o altos directivos". A partir de entonces, el veto se amplió a empresas competidoras "de otros sectores", así como a "las personas que fueran propuestas por las mismas en su condición de accionista".

El nombramiento el pasado viernes del presidente de BBK, Mario Fernández, como consejero independiente de Repsol chocaría no solo contra este precepto, sino, sobre todo, contra los argumentos legales que la eléctrica ha defendido en su pleito en Bilbao para evitar la entrada de ACS en el consejo por considerarlo un competidor.

El informe solicitado al respecto a la consultora de PwC así lo reconoce. Esta firma fue también la encargada de aportar al juez los informes que demostraban la competencia que ACS ejercía contra Iberdrola en los sectores de las renovables y la ingeniería. BBK es el segundo accionista de la eléctrica, con un 6,3%, y está representada por un consejero dominical, Xabier de Irala, anterior presidente de la caja vasca.

En este caso, la incompatibilidad se derivaría del control que ejerce Repsol sobre Gas Natural Fenosa, una rival directa de Iberdrola en gas, electricidad e ingeniería, pero también de los negocios de gas que la petrolera comparte con su filial. Iberdrola es el segundo operador gasístico y su papel en esta actividad se ha reforzado con la reciente puesta en marcha del gasoducto de Medgaz, en el que tiene un 20% del capital.

En todo caso, según fuentes jurídicas, los estatutos solo reflejan lo que dice la ley y a esta ha apelado profusamente Iberdrola en su defensa contra la impugnación que ACS presentó hace un año por la decisión de la junta de destituir al consejero que había nombrado la constructora, José María Loizaga, y que le correspondía por representación proporcional, de acuerdo con la Ley de Sociedades Anónimas.

Iberdrola insistió en su defensa en que lo importante no era el consejero en sí, sino quién lo nombra y a quién representa, tal como subraya la propia sentencia del juez de lo mercantil de Bilbao que llevó el caso y que dio la razón a la eléctrica. Pero este razonamiento se puede volver ahora en contra de la presencia de BBK en el consejo de Iberdrola, después de que el presidente de la entidad haya aceptado sentarse como independiente en el de Repsol. Lo de menos sería, según las mismas fuentes, que las personas (Xabier de Irala o Mario Fernández) coincidan, o que este sea independiente o no, pues "lo importante es quién te nombra".

Esto es así, porque tras la incompatibilidad para ser consejero subyace el riesgo de que se produzcan "fugas de información", señala textualmente la sentencia de Bilbao. No hay que olvidar que el presidente de Repsol, Antonio Brufau, es también vicepresidente de Gas Natural Fenosa.

Una nueva brecha accionarial

El empeño de Iberdrola en impedir que Mario Fernández aceptara sentarse en el consejo de Repsol llegó hasta la celebración de la junta del viernes que le nombró, y en la que estuvo a punto de intervenir un representante de la eléctrica. La oposición explícita de Iberdrola, con un informe de PwC de por medio, ha provocado gran revuelo y la sospecha de un enfrentamiento con su segundo accionista, BBK, hasta ahora aliado en el consejo en la batalla contra ACS.El problema para Iberdrola es que ahora ACS, algo altamente probable, pueda utilizar estos mismos argumentos ante el juez para reclamar su lugar en el consejo de la eléctrica. En todo caso, el pleito se prevé largo: tras la apelación ante la Audiencia Provincial de Bilbao, a la constructora le queda el Tribunal Supremo, donde el proceso podría demorarse hasta dos años.La piedra está ahora en el tejado de Iberdrola, que es la que debería activar una causa de incompatibilidad contra BBK, algo a lo que no parece muy decidida. Y es que después de que Mario Fernández haya tomado posesión de su cargo en Repsol, la eléctrica parece dispuesta a echar tierra encima a la cuestión. Con todo, según distintas fuentes, "el caso supone una nueva brecha accionarial".

Opción meditada

A falta de saber qué medidas tomarán los protagonista de la nueva batalla, lo que parece seguro es que el presidente de BBK no podrá sentarse en el consejo de Iberdrola mientras siga en Repsol. Es una opción que, según fuentes empresariales, "ha meditado muy bien".

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