HSBC, un ejemplo a seguir
HSBC ha puesto alto el listón sobre la reforma del salario de los ejecutivos. El año pasado, el banco británico enfadó a sus accionistas presionando por imponer un fuerte aumento salarial al ex presidente ejecutivo Michael Geoghegan. Sus últimas reformas parecen más progresistas.
La entidad está ajustando las reglas para alrededor de 50 o más de sus altos ejecutivos. Así, las primas anuales se limitarán a tres veces el salario en lugar de a cuatro del antiguo plan. Aunque el verdadero cambio reside en el plan de incentivos a largo plazo. El último, anunciado en 2008, equivalía a siete veces el salario.
El banco ha replanteado, además, los criterios para la concesión de los pagos, que se basarán en factores como el control de costes y de capital y la reputación. Eliminar los criterios basados en el rendimiento del precio de las acciones debería desanimar a los ejecutivos de tomar riesgos adicionales. Mientras que se les obliga a mantener las acciones hasta su jubilación, lo que debería fomentar un estrategia a largo plazo.
Sin embargo, los detalles son aún confusos. Los objetivos reales, que no serán verificables hasta que el banco publique su próximo informe anual en febrero, deben ser sólidos. Con todo, el HSBC está arriesgándose: podría ser difícil contratar a personal altamente cualificado. Asimismo, existe la fisura legal por la que los ejecutivos podrían pedir prestado contra el valor de sus acciones. Sin embargo, HSBC está tomando una postura progresista. Otros bancos, podrían hacer lo propio y seguir su ejemplo.
George Hay