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El mayor proyecto aragonés

Las espinas del gran sueño de Los Monegros

Las demoras y las reclamaciones cuestionan el macroproyecto de Gran Scala en Aragón.

Las espinas del gran sueño de Los Monegros
Las espinas del gran sueño de Los MonegrosCINCO DÍAS

La crisis económica puede dar al traste con el mayor proyecto aragonés. La promotora de Gran Scala, el macrocomplejo que iba a convertir el deprimido desierto de Los Monegros en Las Vegas de Europa, está acumulando retrasos y reclamaciones que están cuestionando seriamente el futuro de esta espectacular iniciativa empresarial.

En diciembre del año 2007, Internacional Leisure Development anunció su intención de construir en Aragón un gran espacio cultural y recreativo, que albergaría 32 casinos y 18 parques temáticos, con una inversión inicial de 7.255 millones de euros y la creación de nada menos que 15.000 empleos. Con el estallido de la crisis económica, el proyecto de Leisure Development fue replanteado a la baja.

Los 7.255 millones de euros de inversión inicial se convirtieron en 500, los parques temáticos se redujeron a ocho, los casinos de 32 a 10 y los empleos quedaban a la espera de concretarse, en función de la evolución de las instalaciones. El Ayuntamiento de Ontiñena (Husca) ofreció, entusiasmado, los terrenos para ubicar Gran Scala.

La promotora no ha pagado el alquiler de su sede y ya ha sido desahuciada

Con ser importante la rebaja, el proyecto de ILD continuaba siendo el mayor de los concebidos para Aragón. Pero la rebaja que ahora planea en el horizonte es mucho más peligrosa. La promotora está acumulando este año contratiempos que cuestionan seriamente el futuro del macrocomplejo.

Hace un par de meses, ILD pactó con los propietarios de Ontiñena, que ocupará una extensión de 1.098 hectáreas, una prórroga de un año para ejecutar la compraventa. Mientras tanto, únicamente desembolsará el 6% del valor de los terrenos en tres pagos. Hasta ahora, la promotora únicamente ha desembolsado 1,2 millones, lo que, pese a su modestia, constituye la garantía más palpable de que el proyecto sigue en pie.

El problema es que la falta de liquidez de ILD está ofreciendo síntomas alarmantes, que amenazan el nuevo vencimiento de las opciones de compra de terrenos en junio, que ya está a la vuelta de la esquina. Mientras tanto, la promotora de Gran Scala ha sido desahuciada de las oficinas que arrendó en 2008 en la Plataforma Logística de Zaragoza (Pla-Za) por impago del alquiler. También el gabinete jurídico Garrigues reclama a la promotora el pago de 200.000 euros por unos honorarios que ILD cataloga de "excesivos".

El proyecto sigue

A pesar de la gravedad de estos síntomas negativos, la promotora mantiene que el proyecto sigue adelante. De hecho, a principios de este mes, ILD desembolsó 188.000 euros para ponerse al día con los propietarios de Ontiñena. La próxima prueba de fuego será el próximo mes de junio, cuando vence otro de los plazos acordados y cuando también se verá la reclamación formulada por los asesores jurídicos de Garrigues. Según una impresión ampliamente generalizada, los dos próximos meses pueden ser decisivos para la consolidación definitiva o el abandono del proyecto. La crisis económica está dificultando e incluso cerrando fuentes de financiación anteriormente mucho más generosas para este tipo de grandes iniciativas.

Fuera de la campaña

Finalmente, resulta muy significativo que Gran Scala, un proyecto al que los principales partidos políticos aragoneses luchaban por apuntarse hace tres años, ahora está totalmente ausente de la campaña electoral para las elecciones municipales y autonómicas del 22 de mayo. Las escasas alusiones son negativas para desmarcarse del proyecto o exigir responsabilidades sobre las promesas incumplidas. Incluso el Gobierno aragonés ha subrayado que no tiene constancia de los molestos contratiempos que aquejan a la promotora del mayor proyecto ubicado en la comunidad autónoma.

Los contactos entre promotora del proyecto y Ejecutivo autonómico parecen a la espera tanto del cierre de la financiación necesaria como al resultado de las lecciones. Hasta entonces, mejor no comprometerse demasiado. Mientras tanto, el desierto de Los Monegros continúa esperando a quien le convierta sus sueños en realidades.

La financiación, el punto clave

La financiación de los 500 millones necesarios para la puesta en marcha del reestructurado complejo de Gran Scala es el punto clave en estos momentos. De hecho, ILD mantiene paralizados sus contactos con el Gobierno aragonés hasta tener completamente cerrado este capítulo. Un detalle crucial, ya que el Ejecutivo autonómico juega un papel determinante, tango en aspectos administrativos y legales como en la habilitación de las infraestructuras necesarias para el funcionamiento del macrocomplejo.La primera fase incluye diez casinos y tres parques temáticos. La Ley de Centros de Ocio de Alta Capacidad, normativa aprobada por el Gobierno autonómico en 2009 para regular un complejo inédito, tanto por sus dimensiones como por la magnitud inversora, obliga a ILD a la garantía de un aval por un importe de 3 millones. Pero la demora es consecuente con los aplazamientos sucesivos para la inauguración. Inicialmente, la puesta en marcha de la primera fase se fijó para 2012. Incluso, en vísperas de la Exposición Internacional de 2008, se aseguró que las obras podrían iniciarse en 2009. Con los primeros ramalazos de la crisis, se aplazó hasta 2014, fecha que ahora mismo parece bastante prematura, a la vista de la evolución de los trámites imprescindibles.Aunque se orille en campaña electoral, el Gobierno autonómico que salga de las ya inminentes elecciones, tendrá que lidiar con Gran Scala. Bien para apuntarse a la medalla del que todavía sigue siendo el mayor proyecto ubicado en Aragón, si la iniciativa supera sus problemas y sigue adelante. O bien para asumir la decepción que supondría la muerte de un sueño, si se produce el abandono definitivo.

10.000 empleos menos

La puesta en marcha de Gran Scala vendría a solventar, en buena medida, el problema del paro en la comunidad aragonesa. Pero eso sería únicamente si se mantuvieran los 15.000 empleos, de los más de 20.000 que llegaron a barajarse en las estimaciones iniciales. Ahora, los promotores del megaproyecto cuentan ya con una rebaja de 10.000, y sitúan el listón de la generación de empleo en 5.000 puestos de trabajo.

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