El Gobierno adelanta la negociación del techo de gasto para asegurarse apoyos
Jáuregui insta a las regiones a cumplir este año con el "prioritario" recorte de déficit
El final de la legislatura está condicionando al Ejecutivo a cambiar los tiempos de la negociación con los grupos parlamentarios. El Gobierno sabe que va a tener serias dificultades para encontrar socios que avalen unos Presupuestos del Estado que, si se produce un cambio electoral en 2012, serían aprobados por un partido y ejecutados por otra formación. En este contexto, el ministro de Presidencia, Ramón Jáuregui, anunció ayer que próximamente se van a abrir las negociaciones y que en ellas va a participar el presidente del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero, lo que demuestra la importancia que se le otorga. "En los próximos encuentros Zapatero va a empezar a negociar el techo de gasto del Estado para 2012 y la elaboración de los Presupuestos", afirmó en su intervención en el Foro CincoDías, patrocinado por Banco Sabadell y Accenture. Este anuncio se produce incluso antes de que la vicepresidenta Elena Salgado presente el límite de gasto para el año que viene.
Jáuregui se mostró esperanzado en que se podrán sellar acuerdos como los alcanzados durante el pasado ejercicio, donde se llegó a un pacto con el PNV para garantizar que se agotaría la legislatura o se consiguió el apoyo de los nacionalistas vascos y Coalición Canaria para sacar adelante los Presupuestos de 2011. A este grupo se podría sumar CiU, ya que la delicada situación financiera de Cataluña puede obligar al Gobierno autonómico a realizar concesiones a cambio de apoyo financiero e institucional.
Otro factor a tener en cuenta en el adelanto de las negociaciones sobre gasto es la celebración de las elecciones de mayo, en las que se pueden producir cambios en comunidades como Canarias donde el Ejecutivo ha contado con el apoyo de Coalición Canaria en un gran número de votaciones en el último año.
En su intervención, Jáuregui aseguró ayer que ese clima de estabilidad que se persigue es el mejor para proseguir con el calendario de reformas iniciadas con la Ley de Economía Sostenible. En este punto, no obvió las críticas al Partido Popular, al que culpó de no apoyar las iniciativas del Estado. "Ha tejido una estrategia basada en la descalificación, el catastrofismo y la desconfianza. Ayudar a salvar al país no entraba en sus planes", dijo Jáuregui recordando el voto contrario al plan de ajuste o a la reforma laboral, así como la abstención en la reestructuración de las cajas de ahorros o en la Ley de Economía Sostenible.
De este modo, se fijó como prioridad continuar con la consolidación fiscal iniciada en 2010, para llevar al déficit del 9,2% del PIB a una cifra "que rondará el 6%" a finales de 2011. Frente al mensaje lanzado el lunes por el FMI de que serían necesarios ajustes adicionales de gasto si se quiere alcanzar ese objetivo, Jáuregui remarcó que la recuperación de ingresos no hará necesarios más recortes de gasto. "Las medidas de ajuste se han tomado. Lo más importante es que todas las Administraciones cumplan con los objetivos fijados", dijo en clara alusión a las comunidades autónomas. Nueve de las diecisiete regiones superaron en 2010 el límite de déficit fijado (2,4% del PIB regional). De ellas, las que más se desviaron fueron Castilla-La Mancha (6,22%), Murcia (4,95%), Baleares (4,16%) y Cataluña (3,86%).
Entre las reformas señaladas en la hoja de ruta del Ejecutivo también está la del sistema financiero. "Tenemos que lograr que las cajas sean capaces de hacer fluir de nuevo el crédito a las empresas y familias", insistió.
Otra asignatura pendiente es la reforma de la política energética, que ha cobrado especial relevancia con el accidente nuclear de Fukushima (Japón). El ministro de Presidencia mantuvo el calendario para el cierre de la central de Santa María de Garoña (Burgos), previsto para 2013, y defendió la coherencia del PSOE frente a los "bandazos del PP" en materia nuclear. Respecto a las renovables, Jáuregui defendió el recorte aplicado sobre las primas que recibían gran parte de los productores. "No podíamos sostener unas primas con un coste tan elevado para el déficit tarifario", concluyó.