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Afirma que la venta masiva de participadas perjudicaría a España

Fainé sostiene que las cajas son una inversión rentable a largo plazo

Frente a las dudas del mercado y con el sector en plena búsqueda de capital, el presidente de CECA defiende que las cajas son una buena inversión a largo plazo. Además, Isidro Fainé ve perjudicial para España la venta de la cartera industrial de las entidades de ahorro porque alejaría del país los centros de decisión empresarial, a pesar de la tentación que supone su desinversión para reforzar la solvencia.

Isidro Fainé, presidente de CECA
Isidro Fainé, presidente de CECAPablo Monge

Las inversiones requieren un periodo de maduración. Así lo indicó ayer Isidro Fainé al referirse a la entrada de inversores privados en el capital de los bancos de cajas. "En la vida hay que saber comprar y saber vender. Quien quiera invertir en España en cajas a corto plazo, a lo mejor no gana dinero. Pero quien lo haga a largo, seguro que sí porque estamos muy pegados al territorio, a los ciudadanos, al pequeño comercio y a las pymes", dijo.

El presidente de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) destacó los esfuerzos realizados por el sector y que en el último trimestre de 2010 la reestructuración ha adquirido "velocidad de crucero". También se mostró abierto a que inversores asiáticos participen en el capital de los grupos de cajas, tras ser consultado sobre el reciente viaje del presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a la República Popular de China. Aunque Fainé también aclaró que no está al tanto de que haya negociación alguna en marcha.

El máximo representante de CECA afirmó que, para sobrevivir, el sector debe "romper moldes y carcasas para establecer un marco en el que podamos estar en el futuro. Pero manteniendo siempre la confianza de los clientes, continuando los servicios, conservando nuestras participaciones industriales y realizando la obra social". Y es que, a su juicio, las cajas tienen tres grandes responsabilidades: actividad financiera, proyecto empresarial y rendimiento social.

El ejecutivo alerta del riesgo de la guerra del pasivo: "No es bueno dar duros a cuatro pesetas"

La aparición de grandes grupos de cajas busca obtener unas sinergias y economías de escala que otorguen una mayor competitividad a las entidades que les permita remontar la actual coyuntura adversa. En relación a la dura competencia por captar ahorros de clientes minoristas, Fainé destacó que, además de los depósitos a plazo, hay que fijarse en la evolución de los fondos y de los seguros. Aunque lanzó una advertencia: "que quien quiera haga la guerra de los depósitos, pero dar duros a cuatro pesetas no es buena idea".

En el plano industrial, Isidro Fainé efectuó una defensa cerrada del papel de las cajas en el tejido empresarial nacional en un momento en que sus dificultades de capital les invitan a desprenderse de sus acciones en grandes compañías. "La venta de participadas no preocupa a las cajas pero creo que debería preocupar a todos los ciudadanos tener los centros de decisión de las empresas estratégicas aquí, en España", estimó. Se da la circunstancia de que, además de presidir CECA, el ejecutivo encabeza La Caixa, entidad propietaria de uno de los mayores holdings industriales del país. Fainé añadía más tarde que "vender es muy fácil pero no es una solución. Nosotros apostamos por un modelo que ayude a mantener estas carteras".

Al tratar las necesidades de capital, el ejecutivo destacó que los inmuebles que tienen las entidades de crédito en su balance tienen un "valor intrínseco. No podemos decir que no valen nada". En su opinión, el problema son los solares y las promociones a medio acabar.

Sobre la responsabilidad social, el portavoz de CECA se mostró confiado en el compromiso de las cajas con su forma jurídica. "Todas queremos ser cajas, que yo sepa", aseveró. Para él resulta crucial conservar un modelo que representa el capitalismo social frente al accionarial.

Defensa del Banco de España

Fainé dio un espaldarazo al supervisor ante las recientes críticas recibidas por su papel en la reordenación financiera y las nuevas exigencias de capital, que apuntan directamente a las cajas. El presidente de CECA se mostró abierto a la constitución de esquemas de protección de activos (EPA) para impulsar la nueva ronda de fusiones, pero otorgó la última palabra al respecto al regulador.

Los márgenes de negocio se estabilizarán este ejercicio

La adversa situación económica española se ha hecho sentir sobre las cuentas de las cajas. Otro año más, su beneficio cae a plomo. Las entidades de ahorro anotaron un resultado atribuido conjunto de 3.403,2 millones de euros, un 22,9% menos.José María Méndez, director general de CECA, atribuyó las caídas de dos dígitos de los márgenes de negocio "al encarecimiento de la financiación mayorista, los bajos tipos de interés y la lucha comercial por la captación de depósitos minoristas".A pesar de esto, el ejecutivo estimó que las cajas están defendiendo razonablemente bien su cuota de mercado dadas las circunstancias. Los recursos de clientes menguaron un 4%, hasta sumar 972.159 millones y la cuota de mercado continúa en el 50%. Mientras, los créditos cedieron un 2,2%, hasta 1,09 billones de euros.Isidro Fainé, presidente de la Confederación, estimó que los márgenes se estabilizarán en 2011. "Es difícil que caigan más los márgenes. Lo más probable es que suban lentamente, como nuestra economía en general", afirmó.

Unos estatutos a medida para la nueva realidad del sector

La reestructuración financiera, con sus cambios legislativos y operaciones corporativas, obliga a la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) a poner al día sus estatutos. Ayer, los miembros del consejo de la patronal recibieron un borrador con las nuevas normas. El texto fija un cambio sustancial: a partir de ahora los nombramientos en el consejo de administración y la comisión de control dependerán de los nuevos grupos de entidades (conserven estos la forma de caja o se estructuren en torno a bancos). Hasta la fecha, eran las federaciones regionales de cajas quienes decidían qué ejecutivo acudía a la patronal. La aparición de grupos interregionales hacen obsoleto este esquema.Además, el consejo de CECA reduce su horquilla de miembros. Antes podía contar con entre 15 y 35, y ahora baja a una cifra entre 5 y 17 puestos.Las federaciones regionales se encuadrarán en una comisión consultiva sobre legislación autonómica y también se constituirá una comisión para coordinar la obra social.El documento aún debe ser debatido entre asociados y con la Administración pública.

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