Alierta, ante el examen inversor
Telefónica va a mantener su clásica conferencia con inversores durante mañana y pasado. Es la octava edición. Será en Londres y allí acudirán entre 300 y 400 analistas e inversores. Sin duda, algunas de las principales cuestiones que van a plantear los miembros de la comunidad financiera a la dirección que encabeza César Alierta serán las relacionadas con la retribución al accionista y cuáles serán los pilares del crecimiento para sostener esa estrategia.
Si hay algo en lo que Telefónica no ha fallado desde que volvió a implantar la política de dividendos en el año 2003 es en elevar anualmente esta retribución. Para 2011 ya ha aprobado un incremento del 14,3% hasta 1,60 euros por acción (con un desembolso global de 7.300 millones de euros) alcanzando una rentabilidad del 9%. De cara a 2012, el objetivo es pagar un mínimo de 1,75 euros por título. La duda es saber qué sucederá en 2013 y si Telefónica mantendrá su ritmo de aumento del dividendo o bien si decidirá destinar más fondos a reducir deuda y elevar inversiones en áreas como la fibra óptica.
Sea cual sea la opción final, todo pasa por mejorar las cuentas. La operadora confía en la fortaleza de su negocio latinoamericano, especialmente en Brasil (en 2010 aportó más del 18% de los ingresos de la compañía). Alierta y su equipo van a contar con un invitado destacado en la figura del ex presidente brasileño, Lula da Silva, quien el jueves dará una conferencia en el seno del evento organizado por la operadora sobre las perspectivas económicas de la zona. La intención no es otra que convencer a los inversores, especialmente anglosajones, de que Latinoamérica, es una zona estable en la que se puede confiar para invertir.
Pero si el subcontinente es una zona de crecimiento, no se puede decir lo mismo de España. Parece claro que los inversores pueden plantear cuestiones sobre qué estrategia va a aplicar la operadora para tratar de frenar la pérdida de cuota de mercado en actividades como el móvil y la banda ancha (el mes pasado perdió usuarios por primera vez en la historia) y hacer frente a la caída de ingresos por culpa de la crisis. En la empresa se contemplan más ajustes, tras anunciar en la presentación de los resultados de 2010 que se reduciría el número de directivos en un 6%.
Además, la atención se va a centrar en las posibles desinversiones. Telefónica planea vender parte del capital de Atento, que podría salir a Bolsa próximamente. El calendario y la valoración interesa mucho a los inversores, y por supuesto si habrá más desinversiones.
A su vez, Telefónica tendrá oportunidad de detallar la evolución de nuevos negocios como Jajah y la red social Tuenti, adquirida en 2010. Esta última ha lanzado ya en España su negocio de operador móvil virtual, un arma que la empresa quiere usar contra sus competidores low cost.
En definitiva, Alierta y su equipo se enfrentan al examen de los inversores. De las previsiones que ofrezcan saldrán las notas de la evaluación londinense.