La banca afronta un 2011 con más morosidad y menos márgenes
Las perspectivas del sistema financiero español empeoran. Si a finales del pasado ejercicio se preveía un 2011 peor que el año precedente, ahora, después de haber transcurrido un trimestre las estimaciones se vuelven, si es posible, más pesimistas, algo de lo que ya ha avisado el Banco de España. Y no será hasta mediados de 2012 cuando la banca comience a recuperar parte del negocio perdido, una vez que la reestructuración de las cajas de ahorros haya finalizado.
El gobernador del Banco de España, Miguel Ángel Fernández Ordóñez, afirmó esta misma semana que "2011 será todavía un año complicado para casi todos los agentes económicos y, en especial, para las entidades de crédito españolas, que deberán esforzarse en defender sus cuentas de resultados".
Las cajas, de hecho, ya han rectificado a la baja sus ya negativas previsiones de resultados para este año. Y consideran que el empeoramiento del negocio provocará otra oleada de fusiones.
Estas entidades anticipan no solo un empeoramiento de su actividad, y un repunte de la morosidad, sino también esperan que las restricciones de liquidez seguirán los próximos meses. Las cajas, de momento, tienen previsto presentar sus resultados del pasado año el miércoles, un día antes de que el Banco de España apruebe en unos casos, o imponga en otros, los planes de recapitalización que han presentado las cajas de ahorros que necesitan mejorar su solvencia hace unas semanas.
Como es tradicional, el primer banco en comunicar sus resultados trimestrales será Banesto. Lo hará el martes. Pero parece que sus resultados no serán la tendencia del resto del sector. Al consejero delegado de Banesto, José García Cantera, le han salido bien las cosas en este trimestre y presentará unos buenos resultados, según apuntan varias fuentes financieras.
La filial de Santander, de hecho, ha decidido adelantar sus previsiones de core capital para llegar al 9% este año, objetivo que se había marcado para 2012. Además, ha reconocido ante sus accionistas que "aprovechará las oportunidades" que la reforma de las cajas le ofrezca. Banesto es uno de los bancos favoritos para pujar por la Caja del Mediterráneo (CAM) si al final la entidad alicantina necesita ser rescatada.
Uno de los factores que más está influyendo al rectificar a la baja las estimaciones de resultados del sistema financiero español es el continúo goteo de las cifras del parto. En España hay ya 4,3 millones de desempleados, lo que repercute directamente en el negocio bancario. Se piden menos créditos, se ahorra menos y la morosidad se dispara.
Varios directores financieros tanto de cajas como de bancos aseguran que a principios de año preveían que durante este ejercicio el crecimiento de la morosidad iría descendiendo, lo que influiría positivamente en las provisiones al reducirse su aportación. E incluso los más optimistas consideraban que podrían rescatarse parte de las elevadas dotaciones realizadas en estos últimos años.
Pero transcurrido el primer trimestre las previsiones son distintas. La morosidad seguirá creciendo y habrá que seguir también aumentando las provisiones. No se ha tocado techo.
A ello se une "el parón del negocio", como lo califica un directivo de una caja.
Los márgenes de intereses seguirán sometidos a presión por el estancamiento del negocio y por el aumento de los costes de financiación debido a la elevada prima de riesgo que la banca española paga por sus emisiones.
Las entidades además, continuarán sufriendo el estancamiento de su principal negocio: la concesión de créditos, según reconoce el Banco de España. La demanda solvente seguirá siendo escasa, señalan todos los responsables financieros.
El presidente de Banco Popular, Ángel Ron, también avisó en la junta de accionistas del grupo celebrada el viernes del negativo ejercicio que será 2011 para la banca. "El sector financiero español se enfrenta en 2011 a retos muy relevantes de naturaleza diversa y que están interconectados. Sin duda es el entorno más difícil al que nos hemos enfrentado jamás, ante el no cabe el conformismo", dijo ante los accionistas del banco.
Y como ya lo han repetido en varias ocasiones Emilio Botín, presidente de Santander, y Francisco González, presidente de BBVA, Ángel Ron también se quejó de la elevada penalización que están sufriendo los bancos españoles por el mero hecho de ser español. El secretario general de Popular, Francisco Sancha lo resumió el viernes de forma muy gráfica. "Pesa ser un banco doméstico español. Un inversor nos dijo recientemente que Popular es un gran banco en un país que le cuesta".
Y como dice otro aseguran gran parte de los directivos de las cajas que van a salir a Bolsa o de los bancos que ya cotizan. España nunca ha tenido tantos inversores interesados en comprar, lo malo es que ofrecen precios de "derribo.
Otra losa que pesa sobre la banca española es su elevada exposición al riesgo inmobiliario. Algo que está perjudicando sobre todo a las cajas de ahorros en procesos de recapitalización.
El próximo miércoles el ministro de Fomento, José Blanco, ha convocado una reunión para el próximo 14 de abril, la primera reunión de la comisión de trabajo para el impulso del sector inmobiliario, que integran promotores y banca. Su objetivo es buscar soluciones para drenar el stock de viviendas sin vender.
Algunas entidades financieras han comenzado a apoyar algo que se desecho hace un par de años, la constitución de un banco malo en el que se incluyesen todos los inmuebles y suelo de bancos y cajas. Este banco estaría financiado por el Estado, que realizaría emisiones a tipos altos para atraer inversores que adquiriera este stock de viviendas.
La idea parecía descabellada hace un tiempo. Ahora fuentes financieras aseguran que cuenta con varios defensores. "Las cajas de ahorros que necesitan recapitalizarse o van a salir a Bolsa están segregando su actividad financiera de su riesgo inmobiliario al incluir estos últimos activos en un banco malo que no cotizará. Parece que es una reclamación de los inversores, y también parece que puede dar resultados positivos al subir el precio de valoración del negocio financiero, que es el que saldrá a Bolsa. Por ello, también puede ser una buena iniciativa para sacar adelante el stock de vivienda del conjunto de la banca española. Crear un banco malo donde se agrupe todo el riesgo inmobiliario y suelo del conjunto del sistema financiero", señala un director general de un banco. Su opinión, no obstante, es compartida por varios ejecutivos del sector.